31. La gota que derramó el vaso

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Maratón 13/?

En la madrugada me despierto y noto la ausencia del calor del cuerpo de Liam junto al mío. Extiendo mi brazo buscándolo pero no lo siento. Abro los ojos y me doy cuenta de que no está en la cama. ¿Dónde estará? Seguramente bajo a la cocina por agua... o eso es lo que quiero creer. No me voy a parar de la cama a buscarlo como una novia celosa. No es como que esté con otra...

Saco esos pensamientos tóxicos de mi mente y cierro los ojos para volverme a dormir.

A la mañana siguiente cuando me despierto Liam no está. Decido no preocuparme por ello y me meto a bañar. Cuando salgo de la regadera me pongo unos pants negros junto con un top del mismo color sin mangas y un sueter largo color crema. Me recogí el pelo en un "messy bun" y decidí maquillarme un poco . Para darle el toque final me puse el collar que me dio Liam.

Salgo del baño y comienzo a empacar mis cosas ya que en un par de horas vamos a regresar al internado

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Salgo del baño y comienzo a empacar mis cosas ya que en un par de horas vamos a regresar al internado. Estoy doblando una blusa cuando escucho como llaman a la puerta. Termino de doblar la blusa y la meto en la maleta antes de dirigirme hacia la puerta. Lo más seguro es que sea Liam. Llego hasta la puerta y la abro pero para mi sorpresa no es Liam, sino Brooklyn.

—¿Necesitas algo?— Le pregunto cortante —No tengo tiempo para...

Antes de poder terminar la frase se me para el corazón. No puede ser... no puede ser...

Brooklyn trae puesta la sudadera de Liam... Trae la misma sudadera que me prestó hace unas semanas. Su sudadera, la que supuestamente no le presta a nadie y lo peor de todo es que es la sudadera con la que se fue a dormir anoche.

—¿Por que traes puesta la sudadera de Liam?— le pregunto intentando sonar lo más calmada pero creo que no lo logre porque Brooklyn enarco una ceja

—¿Acaso no sabes?— me pregunta con fastidio —Por tu cara creo que no— sigue y suelta una pequeña risa burlona —Liam fue en la madrugada a mi cuarto y vaya que la pasamos bien— termina y se muerde un poco el labio

—No te creo— le suelto con un tono frío y tenso

—¿Ah no? Bueno, en si no es mi problema. Pero puedes ir a checar si quieres, él sigue acostado en mi cama. Ahora, si me disculpas, voy por algo a la cocina que me muero de hambre

En este momento lo único que sentía que podía hacer sin arrancarle el cabello de la cabeza era apretar mis puños hasta que mis nudillos se pusieran blancos y tensar mi mandíbula. Brooklyn hace un gesto exagerado para quitarse la sudadera y me hace una seña para que la agarre. Extiendo el brazo, la agarró y ella se va moviendo las caderas de un lado a otro intentando llamar la atención de quien sabe quien como la zorra que es.

Cierro la puerta de un azoton y siento como las lágrimas se me empiezan a formar en los ojos. Aprieto la sudadera con mis dos manos y después la volteo a ver. De lo enojada que estoy la lanzó hasta el otro lado de la habitación.

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