Tras ser expulsada de su escuela, Verónica entra a un internado en EUA en el cual tienes que hacer todo tipo de cosas para encajar. Incluso si eso te rompe el corazón. ¿Estará Verónica dispuesta a hacer estas cosas?
Me despierto al siguiente día por la luz del sol que entra por la ventana. Abro mis ojos y me tardó unos segundos en recordar que estoy en la casa del lago y no en mi cuarto del internado. Noto un peso en mi cintura y me encuentro con Liam dormido a mi lado abrazándome con su brazo.
Tengo que admitir que he dormido mejor de lo que he dormido en mucho tiempo no se si se deba a la compañía de Liam o simplemente a estar en un lugar diferente y no tener la presión de la escuela. Probablemente sea una mezcla de las dos.
Me giro ligeramente sin despertar a Liam y puedo observar que está completamente dormido. Su cabello está alborotado y puedo notar como su pecho desnudo sube y baja por su respiración.
Me gustaría quedarme un rato más acostada con él pero la realidad es que me muero de hambre. Agarró su brazo con cuidado de no despertarlo y lo quitó de encima de mi cintura. Me paro de la cama con mucho cuidado y agarro un vestido azul con blanco el cual llega a la mitad de mis muslos, y tiene un escote bastante pronunciado. Me meto al baño para ponermelo.
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Antes de salir del baño me lavo la cara, me cepillo los dientes y el pelo y ahora si estoy lista para bajar a la cocina. Cuando llegue a la cocina me encontré con Ela y Peter preparando el desayuno para todos. Tienen un poco de música y lucen muy divertidos. Me acerco y los saludo con la mano. Están preparando panqueques junto con un poco de huevo revuelto con tocino. Luce delicioso.
—¿Verónica nos podrías ayudar a poner la mesa para todos?— Me pregunta Ela con un tono dulce
—Sí mamá— Contestó burlona
—Gracias hija— Dice Ela siguiendo con mi tontería
Noto como Peter rueda los ojos y se ríe. Me dirijo a la cocina a agarrar todo lo necesario para poner la mesa. Estoy colocando los platos cuando siento como alguien se me acerca por detrás. Tan solo por el olor se que es Liam.
—¿Cómo dormiste?— Me susurra en el oídio y mi piel se eriza
Me volteo y quedamos a pocos centímetros el uno del otro— Como cualquier otro dia— Miento
—¿Quieres que te ayude con la mesa?— Dice ya más alto.
Yo solo asiento con la cabeza y nos disponemos a poner la mesa juntos mientras que Ela y Peter terminan con el desayuno.
Minutos más tarde ya estamos todos sentados en la mesa. Liam y yo nos sentamos juntos en un extremo de la mesa. Mientras que todos estaban platicando, Liam y yo estábamos en lo nuestro. Estábamos diciendo babosadas y no parabamos de reir. Puede notar las miradas confundidas de varios en la mesa pero la realidad es que no me importo en lo absoluto y por lo que note a Liam menos.
Pasaron los minutos y todos comenzaron a pararse de la mesa. Pero Liam y yo estábamos muy entretenidos en nuestra plática.
—Odio interrumpir su linda platica—Dice Dani y los dos volvemos a la realidad— Pero en 30 minutos vamos a salir al lago en el barco y queriamos saber si van a venir
