20. Estupidos retos

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Maratón 2/?

Dentro del cuarto el ambiente no era nada tenso, de hecho era muy cómodo. A pesar de todo aun me siento algo nerviosa por dormir con él en la misma cama. Confío en él pero en la persona en la que no confío es en mi misma.

No voy a negarlo, Liam esta buenisimo, ademas con su humor de las últimas horas es todavía más perfecto.

Antes de irnos al cuarto Ela nos dijo que sería una buena idea ir a la alberca de la casa para relajarnos un poco y dormir mejor, aunque estoy segura de que por cómo la miraba Peter no iban a dormir. Lo se, tengo una mente muy pervertida.

Mientras estaba sacando mis cosas para ponerlas dentro de los cajones del mueble de la habitación, ya que prefiero mil veces sacarla toda de la maleta ha estar arrugando todo en busca de lo que me quiero poner, me llego un mensaje de Jacob diciendo que lo sentía. Mi teléfono estaba a la mitad de la cama con la pantalla mirando al techo, la verdad espero que Liam no lo haya visto. Agarré mi teléfono y le envié un mensaje diciéndole que me dejara en paz.

Al terminar de poner toda mi ropa acomodada en los cajones agarré un traje de baño y vi que Liam no tenía intenciones de bajar a la alberca ya que estaba acostado en la cama viendo su teléfono como si no se fuera a mover en un buen rato.

—Oye, vamos a ir a la alberca todos, ¿vienes?— le digo levantando mi brazo con mi traje de baño y señalando la puerta con la cabeza

—Por qué no bajas con tu novio mejor— Aparta la mirada de su celular y me da una mirada fría

—¿De qué estás hablando?— Realmente estaba confundida ¿Que le pasaba? En el carro estaba super lindo ¿y ahora me sale con esto?

—Verónica no te hagas la tonta sabes perfectamente bien de qué hablo —Se sienta en la cama y levanta mi celular

Mierda, al parecer si había visto el mensaje de Jacob — ¡¿Quien te dio permiso de checar mi celular?!— Levantó el tono de voz

—¡Fue sin querer!— Se levanta de la cama y cada uno está en un extremo del cuarto

—¡En serio Liam no te entiendo! ¡Hace 5 minutos estabas bien conmigo! ¡¿y ahora te enojas por un puto mensaje?!— Me cruzo de brazos molesta

—¡Como no quieres que me enoje si llevas jugando conmigo desde hace meses!— Comienza a gritar

—¡¿Ahora resulta que yo soy la que estoy jugando contigo?!— Estoy bastante segura que todos en la casa pueden escucharnos pero no me importa— ¡Te encontre con Brooklyn en el salón apunto de besarse! ¡¿y ahora tienes los huevos de venir y decir que YO estoy jugando contigo?!

—¡Pero yo no la bese Verónica! ¡En cambio tú vas y te besas con Jacob en la primera oportunidad que encuentras! ¡Y mejor no hablemos que de un dia para el otro empiezan a ser novios!— Aprieta la mandíbula y tiene una mirada que no puedo descifrar

Sentí como un nudo se comenzó a formar en mi garganta— ¡Yo no hubiera besado a Jacob si tu no hubieras estado tan pegado a Brooklyn ese día!— Grito y mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas

—¡Verónica te estaba defendiendo! ¡Le estaba diciendo que si se volvía a meter contigo le iba a ir muy mal!— Ahora me siento terriblemente culpable, recuerdo como ese día Brooklyn había hecho un comentario sobre como me expulsaron de la escuela. Pero eso aún no explicaba por que ultimamente estaba muy pegado a ella

—¡Y qué me dices de todas las veces que ha estado en tu cuarto!— Suelto sin más

—¡Llevamos siendo amigos desde hace años! ¡No esperes que de un dia para el otro deje de ser su amigo por que eso no va a pasar tan fácilmente!— dice y se nota la clara frustración en su rostro —¡Y lo peor de todo es que aun quiero hacerte mia!

Lo que haga faltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora