4. Bendito closet

105 8 15
                                    

Me quede atonita. Nunca nadie se había referido así hacia mi. Al principio no supe qué contestarle y todos sus amigos, excepto Cole, empezaron a reírse y a secretearse. Luego de unos segundos supe que era suficiente.

—Primero que nada, no puedes referirte así acerca de una persona que acabas de conocer. Segundo, no es como que tú estuvieras tan bueno como para intentar hacer sentir menos a otras personas. Y tercero, si estuviera "sobrevalorada" no te me quedarías viendo de esa manera ya que parece que estas babeando —solté y todos, hasta Cole, se sorprendieron por la forma en la cual conteste. Todos su amigos empezaron con el sonidito clásico de "uuuuu" y el chico que tenía enfrente se puso rojo del enojo

—Ay porfavor, soy el más bueno de aquí y lo sabes. Aparte, no soy el unico que te está viendo así. Si no querías que las personas se te quedaran viendo de arriba a abajo no hubieras usado lo que traes puesto— me contesta y siento como me pongo roja al instante, no por vergüenza si no por enojo

Quién rayos se cree que es. Yo puedo usar lo que yo quiera y punto. El no pueda llegar a juzgarme y a decirme que es lo que puedo usar y que es lo que no. Me gusta mi cuerpo y lo acepto tal y como es pero por este tipo de comentarios las inseguridades llegan a mi. Empiezo a verme de una manera totalmente diferente y no me siento cómoda ni siquiera en mi propia piel. Odio como la gente, en su mayor parte los chicos, dicen lo que se les viene a la mente sin siquiera pensar lo que le pueda hacer a otras personas. Como traia un sueter cargando, por instinto, lo primero que hice fue ponermelo y taparme lo mejor que pude.

—Si yo decidí ponerme lo que traigo puesto fue porque me dio la gana, y ni tu ni nadie va a venir a decirme que es lo que puedo o no puedo usar para que la gente, o más bien los chicos como tu, me respeten. La verdad no me sorprende que estés soltero — le suelto y más risas y murmullos se empiezan a escuchar alrededor de nosotros

—Si ya conoces como "somos" nosotros los "chicos" entonces ya deberías de saber que todos se te iban a quedar viendo así. Lo bueno es que trajiste tu suéter, ya sabes, para cubrirte un poco— intenta hacerme sentir mal, lo sé, así son esa clase de chicos. Lo que hice despues fue lo que lo dejó con la boca cerrada. Como ya había decidido ponerme el suéter para que dejaran de voltearme a ver me vi débil a lado de él, así que, me lo quite y se lo avente a la cara. Nuevamente el sonido de "uuuu" fue lo único que se escuchó durante un instante

—Saben que, mejor hay que calmarnos. ¿Vale? —nos interrumpe Cole al ver la tensión que se formó a nuestro alrededor— Que tal si mejor jugamos verdad o reto — el propone y todos aceptan y nos vamos a sentar a unos sillones. Poco a poco se empezó a juntar más gente, hasta el grupito de Ela se nos habia unido

Antes de empezar el juego Ela nos aclaró que no quería ningún tipo de reto sexual ni para ella ni para su novio. Su novio es uno de los amigos de Cole llamado Peter.

La verdad es que me la estaba pasando bien, todos cumplian bien sus retos y cuando tenían que revelar una verdad todos se atacaban de la risa ya que preguntaban cosas que ya sabían pero solo lo hacían para hacerlos pasar vergüenza. Descubrí que el chico grosero de hace rato se llama Liam. A el le pusieron retos tipo, "quítate la camisa" "acábate tu bebida en menos de 10 segundos", etc.

La diversión acabó cuando llegó mi turno.

—Verdad o reto Verónica— preguntó Cole

—Verdad— respondo segura de mi misma

—Yo se la pongo— dice el chico molesto e irrespetuoso de hace rato, osea Liam— ¿Eres virgen?— suelta y abro los ojos como platos, es la primera pregunta tan personal que hacen en toda la noche

—¿Tan desesperado estas por saber, eh?— lo provocó y él solo muestra una sonrisa picara

—La verdad es que si, me muero por saber cada detalle de tu ridícula vida. Nada más responde la pregunta, no es tan difícil— me molesta y todos regresaron con sus risitas y murmullos de hace rato. Se nota que todo mundo nota la tensión que se creó desde la discusión que tuvimos

Lo que haga faltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora