09: Responsabilidad

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Atsuko Kagari Pov

El bebé llegará en unos minutos, y luego mis amigas y las ex profesoras de Luna Nova vendrán a mi casa. Le expliqué a Amanda y a las demás que no podía asistir a la reunión que se llevaría a cabo en otro lugar. Al final decidieron que lo harían en mi hogar, y Croix y Chariot estuvieron de acuerdo en venir. Me alegraba tanto que aceptaran.

Me encontraba un poco nerviosa. La madre de la cría vendría a entregármela y no estaba segura de que pudiera hacer un buen trabajo y necesitaba hacer un buen trabajo, o no obtendría los dibujos que le había pedido. Tenía una buena mano, lo admitía.

Su arte era hermoso y no podía calcular que el costo de eso era mayor de lo que cobraría por cuidar a un bebé, pero a ella no le había importado eso. Tal vez en un futuro tuviera que cuidarla otra vez. Imaginaba que me tiraría en cara lo costoso que había hecho por mí. Esperaba que eso no sucediera. Igualmente, no la conocía como para llegar a esa conclusión tan rápido.

Caminar por la sala de un lado a otro no iba a calmarme, además, ¿Dónde estaba Diana? Había dicho que vendría a ayudarme a cuidar a la niña. Habían pasado diez minutos desde que la madre me avisó que venía en camino, e incluyó que se encontraba cerca. «¿Cuándo llegará?», me pregunté. Mis mensajes no los recibía. «Posiblemente no tenga datos y ya esté a la vuelta».

Dos toques en la puerta me sacaron de mi "pequeña impaciencia". Me aproximé enseguida y la abrí decepcionándome al ver a un simple hombre con gorra cargando una cajeta marrón cerrada con buena cinta adhesiva. Lo miré confundida arqueando ligeramente una ceja. Su expresión atónica y sonrojo en sus mejillas me confundieron aún más. «¿Quién es este tipo?»

—¿Sí...?

—¡Oh! ¡Lo siento! Ha pasado mucho tiempo, no te he visto hace... ¿Cinco años? Creo.

«¿Cinco años?» No recordaba su rostro; lo que quería decir que no era alguien importante. Y aparentaba trabajar en entregas a domicilio; era aún menos relevante. No conocía a nadie que tuviera esa ocupación.

—¿Qué necesitas?

—Te-tengo un paquete para... la señorita Atsuko Kagari.

«Que extraño...» ¿Quién me había enviado algo? La caja me fue extendida y la tomé con cuidado leyendo el nombre del responsable del envío. «¿Constanze?» Era aún más extraño, pero ahora tenía mucha curiosidad en saber que era.

Levanté la mirada observando el hombre de cabello albino y ojos verdes todavía frente a mí. Miré a los lados no encontrando nada más que únicamente su camioneta estacionada delante de la acera de mi hogar. Regresé mi vista a su rostro sonriente e iluminado esperando a que me entregara o dijera algo más, pero no sucedió.

—¿Eso es todo?

«¿Por qué aún no se va?»

—No me recuerdas, ¿verdad?

—¿Debería hacerlo? —dije extrañada.

Había llegado a la conclusión que, si no recordaba un rostro, no era alguien importante.

—¡Fuimos pareja! —exclamó alegre provocándome un pequeño susto—. Mira. —Sacó su móvil para mostrarme una foto de los dos juntos abrazándonos. En ese momento me puse incomoda.

—O-oh... que sorpresa —murmuré con una sonrisa fingida.

«Lárgate, lárgate, lárgate», pedía entre gritos internos. «Si Diana llega...» No quería saber lo que pasaría.

—Es una bonita casa, la has mejorado. ¿Vives sola?

—S-sí.

—¿No tienes novio?

Reencarnación (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora