Reencarnación (Diakko♥)

17: Amor

Atsuko Kagari Pov

Abrí mis parpados lentamente teniendo en mis pensamientos una posible mala reacción por parte de Diana al ver visto todo lo que había sucedido mientras la cuidaba, sino también lo de la noche anterior. No sólo me había besado con su tío; mis labios se unieron con los de otra persona, aunque fuera por obligación.

Recordar me hacía sentir nostálgica, triste y con el corazón afligido lleno de culpabilidad. No debí ser tan descuidada y confiada. Diana se había portado muy bien conmigo hasta el momento, pero... «¿Cómo reaccionará ahora?» Mis claros recuerdos de esa noche y otros que permití que viera fueron pasados a su memoria. No quería mostrar lo demás porque no lo sentí relevante; como mis sentimientos de la academia.

Mis sentimientos en ese instante eran más importantes que los antiguos.

Permanecí quieta mirando atentamente sus ojos esperando que me apartara; esperando un rechazo hacia mi persona. Sin embargo... sus brazos me rodearon con delicadeza y me acercaron a su cuerpo. Abrí mis parpados sorprendida y observé pequeñas lagrimas descender por sus mejillas.

Su expresión era neutra y su mirada... no se había apartado de la mía.

«¿No debería ser yo la que debe estar llorando?» Me ardían un poco los ojos, pero me sentía tranquila a su lado. Gracias a eso no tenía necesidad de llorar. Su cuerpo me trasmitía una seguridad que añoraba demasiado en ese momento.

Aún la herida en mi pecho ardía y las otras dolían, pero estar admirando a la mujer que amaba ignoré el ardor y molestia para seguir disfrutando de ese sentimiento tranquilo que me hacía sentir.

—Akko —soltó débilmente en un suspiro cargado de tristeza.

Sonreí ligeramente mirándola con ternura. Acerqué mi mano derecha y limpié sutilmente el rastro de sus lágrimas.

—Debí... estar contigo.

—Estás conmigo —susurré enseguida bajando mi vista a sus labios.

«Quiero besarla». Quería besarla.

—Gracias —continué—, por haberte quedado —concluí volviendo a mirar sus ojos.

«¿Pero ella me dejará después de todo lo que ha pasado?» ¿Me dejaría besarla? ¿Me dejaría estar en su lado? ¿Me daría otra oportunidad de remediar las cosas?

—Ne... necesito curar tus heridas —dijo aclarando su garganta, para después tomar distancia y levantarse de la cama.

Suspiré suavemente, agarré las sabanas y oculté mis labios inhalando inconscientemente su aroma. Cerré mis ojos añorando otra vez su cercanía. No obstante, si hubiera permanecido más tiempo en esa posición, sentía y pensaba que no podría olvidarme de esa calidez y protección que me trasmitía, aunque tal vez... era muy tarde para eso. Mi cuerpo posiblemente ahora dependería de ese sentimiento que había estado buscando hace mucho tiempo.

Seguridad y amor.

Arrugué el entrecejo al sentir nuevamente ese ardor y picor en mis heridas. No las consideraba tan grabes, pero debí haberlas desinfectado al menos. Ahora, era horrible la sensación, pero había tenido peores. «Puedo soportarlo».

Silencio... Diana no había dicho ni una sola palabra desde que empezó a revisar mis heridas. Y en ningún momento había despegado mi mirada de sus labios y ceño fruncido. Me era hermoso contemplarla tan de cerca, y gracias a eso había tenido esos impulsos de querer tocar su cabello, acariciar su mejilla y besar su frente.

«Estar enamorada haría las cosas más complicadas, aunque ya lo estuvieran».

—Te arderá mucho —avisó rompiendo ese silencio de minutos.