Reencarnación (Diakko♥)

19: Noche de Halloween

Atsuko Kagari Pov

—¿Qué crees que debería ponerme?

—El negro te cae bastante bien, igual que el blanco.

—¿Algún disfraz que tenga negro y blanco?

—Cruella de vil —dijo agarrando su batido.

Suspiré suavemente y observé mi platillo.

—Muy anticuado y caluroso.

—¿No tendrá aire fresco?

—No conozco su universidad por dentro y dudo que sea en un lugar abierto. ¿Qué pasa si llueve?

—Se arruinaría la fiesta, efectivamente.

Suspiré otra vez sintiéndome un poco estresada por no encontrar un disfraz adecuado para esa noche. Faltaban dos días y aún no había podido conseguir nada. Además, Diana no me había dado ninguna pista de como iría.

—¿Cómo van las cosas en la academia? —pregunté con naturalidad mirando con curiosidad mi batido.

«Creo que... una fresa no fue bien licuada». Aunque, pensaba cómo era eso posible. ¿Cómo una fresa no podía estar bien licuada dentro de una licuadora?

—Bien. Las estudiantes nuevas de este año están aprendiendo a comportarse. Croix hace un buen trabajo como profesora, e igual yo.

Chariot rio nerviosa con su bebida en mano.

—¿No quieres estar ahí? ¿Cierto?

Chariot exhaló con fuerza dejando caer bruscamente su espalda en el respaldo de la silla.

—Falta poco para que cumplamos con el contrato de un año, pero... ese trabajo... es muy ajetreado y... no creo tener la edad para continuar moviéndome con esa misma energía que antes.

Sonreí ligeramente, levanté la mirada y contemplé como su cabello rojizo era desordenado con frustración.

—¿Qué deseas? Específicamente.

—Una familia —respondió sin titubear.

Mis parpados se abrieron en grande ante su respuesta. No me esperaba que dijera algo como eso, pero... de igual manera debí haberlo supuesto.

—Hablé con Croix y estamos dispuesta a acomodarnos el año que viene en nuestros nuevos empleos antes de... Ya sabes, tenerlo —concluyó con una sonrisa avergonzada, pero a la vez añorada.

—¿Quién lo tendrá? —dije de buena manera observándola con curiosidad.

Chariot se señaló a ella misma, y luego ocultó su rostro con sus manos y rio con sus mejillas y orejas totalmente rojas. Me empecé a reír por su actitud infantil.

—Te ves emocionada.

—Y tú más madura. —Arqueó una ceja y volvió a verme—. ¿Así eres enamorada? Nunca te he visto así antes. Supongo que Diana está haciendo un buen trabajo.

Esas palabras me hicieron sonrojar y dibujar una sonrisa ligera en mis labios.

—Ha pasado casi cuatro meses desde... ese problema. Las cosas... han estado avanzando muy bien.

—Me alegro escucharlo. ¿Qué piensas hacer ahora?

—¿A qué te refieres? —pregunté un poco confusa levantando una de mis cejas.

—Abandonaste tu anterior trabajo, terminaste la edificación de tu negocio, tienes un buen personal y las ventas van al corriente. Eres tu propia jefa. ¿Qué más harás?