Reencarnación (Diakko♥)

14: Distancia

Katerine Diana Beckett Pov

—No te ves nada bien.

—Gracias por el halago, Vera. No lo había notado —dije con sarcasmo.

—¿Algo sucedió sin mi presencia?

—Probablemente.

«Me siento... decaída y cansada». Aún no podía procesar que hubiera cometido esa acción por sólo ver... a Andrew. Tenía muchas preguntas que no serían contestadas en ese momento. Mi cabeza le había dado demasiadas vueltas a esa situación.

—¿Dónde están los demás? —pregunté al no verlos cerca.

Me encontraba en la parada del bus.

—No creo que vengan, o tal vez ya se fueron. ¿Te acompaño a tu casa?

«¿Ella acompañarme a mi hogar? Que... extraño».

—Está bien —dije con desanimo no teniendo ganas de preguntar.

El día de ayer no había dormido mucho, debido a que era un poco incomodo que estuviera en el mismo lugar después de saber... eso. Deseaba hablarle y hacerle esas preguntas que no me dejaron descansar correctamente, aparte de querer agobiar el dolor que sentía mi corazón ante esa declaración, sin embargo, cuando se levantó del sofá y miré su rostro esos cortos segundos, sabía que no era el momento para hacerlas.

Simplemente... me quedé en el salón hasta que el cansancio me ganó y me dormí unas pocas horas en el mueble. No tenía ánimos como para subir los escalones e ir a la habitación de huéspedes. Mis emociones continuaban por el suelo.

Pasaron unos minutos en donde permanecí en silencio mientras caminaba con la mirada en el suelo estando a un lado de Vera. Sentí su mirada curiosa encima de mi persona, pero la ignoré totalmente. No obstante no duramos mucho en ese silencio que me provocaba más tristeza que tranquilidad.

Nuevamente suspiré en cansancio y restregué mi mano en mi rostro. Realmente estaba cansada.

—¿Qué sucedió?

—Nada... importante —respondí entendiendo su pregunta de inmediato—. Problemas de parejas, lo típico.

—No es cualquier problema por cómo te encuentras. ¿Discutieron?

—No. Ella...

«Me contó que besó a mi tío por ver a uno de sus ex». Sonaba ridículo y un poco exagerado. Era probable que pensara que aún sentía algo por esa persona que provocó que cometiera tal acción imprudente. Y ahora que lo pensaba... «¿Akko nunca se enamoró de Andrew?» No sabía la respuesta a esa pregunta. «¿Por qué le molesto cuando dije su nombre? ¿Qué hubo en realidad entre ellos dos? ¿Por qué aun no me lo ha contado?» Otra vez tenía muchas dudas.

—¿Ella...? —inquirió.

—Nada. Quiero llegar a casa y dormir un poco.

«Tener sueño me está haciendo más daño».

—Puedes hablar conmigo. Aún nos queda como diez minutos para que lleguemos a tu hogar.

La miré de reojo y levanté la mirada observando el largo camino que aun debía recorrer para llegar a mi casa. Exhalé cansada y de nuevo la observé.

—¿Por qué decidiste acompañarme? —pregunté arqueando ligeramente una ceja.

—Sophia me dijo que estabas decaída y no soy estúpida. No te obligaré a contarme lo que pasó, pero estaré aquí para escucharte y darte algunos consejos que tal vez tomes; eso queda a tu disposición.