06: Junta importante

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Atsuko Kagari Pov

El edificio era enorme; las ventanas y puertas de cristales también. No le daba sentido la grande entrada. ¿Acaso un trol tenía intenciones de pasar para pedir un labial, dos perfumes y algo de rubor? Era extremadamente ridículo, pero no era mi empresa y no pensaba juzgarla antes de tiempo.

A veces las personas podían ser difíciles de convencer y por el rostro que tenía la jefa de ese lugar, era una de esas. Su rostro estaba en todas partes; hasta en los panfletos. Era bella, pero no para exagerar de esa manera. ¿No ponía incomodo a sus clientes? Porque a mí si lo hacía.

En las fotografías de tela guindadas en las esquinas de cada tienda de belleza, relucía los cosméticos que llevaba en el rostro, aunque no funcionaba muy bien en mi parecer. El antes y después, no cambiaba mucho. Ella era hermosa sin o con maquillaje, deberían usar otras modelos que pudieran relucir ese cambio que la mayoría de mujeres buscaba, sin embargo, ese no era mi caso. No me gustaba usar muchos cosméticos, y tenía lo suficiente en casa.

—Esto da miedo —dijo Amanda contemplando el entorno.

—Ni me lo digas, pero no estamos aquí para ver su cara por todas partes. Estamos aquí para hacer que invierta o acepte ser una patente que proteja mis ideas.

—¿Tienes los dibujos?

—No están listos todavía. Tendré que explicarle ese detalle.

La madre del bebe que cuidaría me había dicho que podía hacerlas, pero que tomaría alrededor de un mes y tres semanas, ya que eran muchas las que tendría que realizar.

—¿No estás nerviosa?

—No, ¿Por qué lo estaría?

—Verás a una persona multimillonaria. Mira este edificio, es enorme y puedo calcular que tiene más de cincuenta tiendas de cosméticos con su marca en este lugar.

—He hablado con personas millonarias antes. Ella no hará la diferencia, y tú... estás aquí para apoyarme. Aparte de acompañarme y sermonearme de mi mala vestimenta.

—Te vestiste muy simple para venir a este sitio. Te vistes mejor cuando sales con nosotras.

«¿En realidad está bastante mal?» Llevaba un pantalón largo de tonalidad marrón con una correa roja y una camisa blanca manga corta de cuello en forma de V, y zapatos con plataforma poco alta de color negro. El estilo no era simple. Para mi punto de visto había ido formal.

—Lo que digas, estilista —dije con sarcasmo, colocando mi bolso entre mis piernas.

Habíamos estado diez minutos esperando a ser llamadas. Agradecía al menos que las sillas eran cómodas y que tuvieran revistas para leer, pero todo se trataba de cosméticos; lo que se esperaba de un edificio con variedad de tiendas de maquillaje.

Al frente, en la mesa de vidrio donde estaban los panfletos y revistas, se encontraba un tazón con caramelos que conservaba aún algunos. Amanda se los había estado comiendo, mientras que el papel que decía: por favor, tomar sólo uno. Estaba de adorno. Era irresistible hasta para mí ver tantos dulces acumulados en un lugar, y más si era redondo y profundo. Sin embargo, era alguien obediente.

Me imaginaba la risa de la profesora Finnelan si pudiera escuchar lo que acababa de pensar de mí misma. «¿Obediente? ¿Quién creería eso? Mi jefe, tal vez».

—Después de esto, iremos a mi casa.

—¿Por qué? —le pregunté mirándola con confusión.

—¿Tienes algo mejor que hacer?

—No, pero, ¿Qué haremos en tu casa?

—Quitarte lo primeriza.

«¿Qué?» La miré con el ceño fruncido.

Reencarnación (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora