XXV.

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One Shot / AU! Sin Quirks.
Palabras: 1340.

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Era un miércoles. Odiabas los miércoles. Tenías la analogía de que esos días eran un punto intermedio en la semana y te hacía anhelar el fin de semana, porque estabas alejada de ese estresante ambiente laboral. Pero no podías negarlo. Amabas dedicarte a la publicidad y márketing digital, no solo porque habías conocido mucha gente importante y tenías bastantes contactos en el medio, sino también que conociste más de cerca a tu amor platónico y quizás en otro universo, el amor de tu vida. Eso sí, tu vista iba en deterioro por las horas que pasabas frente a la tablet, computador o cualquier dispositivo móvil que te permitiese hacerle un seguimiento exhaustivo al cliente estrella, el mismo hombre que te había catapultado como una de las mejores en tu campo.

Cuando viste a Enji por primera vez fue en un programa de televisión, el pelirrojo era precioso, parecía de esos personajes ficticios que vivían en tus libros y que deseabas traer a la realidad. Su impecable traje lo hacía verse de maravilla mientras hablaba unos temas políticos que escapaban completamente de tu competencia, su léxico era amplio pero tenía un don para expresarse tan increíble que explicaba los temas —por más complejos que fueran— de una manera bastante sencilla. Eso sí... en cuanto a imagen pública, popularidad y agrado, el tipo caía estrepitosamente en las encuentas. En su semblante siempre era perceptible el recato, seriedad y distancia. Nunca, en ningún momento de su carrera política había sido un líder carismático, a diferencia de Toshinori Yagi, su mayor rival en los procedimientos electorales. Su clara desventaja por ese factor determinante hizo que le pidiera a su asistente que te llamara y ofreciera trabajar con su imagen, de la forma que diera lugar debías aceptar la propuesta.

Enji Todoroki no admitía una derrota o un no como respuesta. Y más aún considerando que tú eras la nueva promesa en dicha área. Al principio desplazó la tarjeta de presentación que le había proporcionado su equipo, no consideraba que siendo tan joven pudieses rendir y dar la talla como esperaba. El hombre necesitaba resultados rápidos y eficaces, las elecciones parlamentarias serían pronto y su partido debía hacer morder el polvo a sus rivales, porque sí, era demasiado competitivo —algo que aprenderías cuando comenzaste—. Así que no pudiste evitar suspirar, no sabías cuantos meses transcurrieron desde que te contrató y se mostró contento con tu desempeño, al punto de regalarte una botella de vino caro y un ramo de orquídeas para tu cumpleaños el mes pasado.

Te quitaste una pelusa del vestido violeta que llevabas, en gesto distraído revisando las redes de tu cliente mientras escuchabas el debate que finalizaba. En esta ocasión lo acompañaste a uno de los eventos más importantes de la campaña, dándole ánimos, quejándote de su expresión estoica y pidiéndole encarecidamente que sonriera... pero no funcionó, resoplaste cuando lo viste fruncir el ceño ante el comentario de su rival y pediste al cielo que no hiciera uno de sus comentarios ácidos.

— ¿Usted es la señorita (Nombre)? —interrogó una voz femenina a tus espaldas, a lo que volteaste, encontrándote con una de esas modelitos de piernas largas y escote abismal.

No es que estuvieses en contra de su vestimenta o la gente alta, solo que desde tu perspectiva muy crítica habían códigos en cuanto a indumentaria para esa clase de eventos y la mujer parecía omitirlo por completo. La vena en tu frente se marcó, la intuición te decía a donde iría esa conversación.

—Sí, ¿qué necesita? —respondiste. No tenías ánimos de hablar, sonaste tajante pero eso no amedrentó a Betty Boo.

—Me preguntaba si usted podría convencer al señor Todoroki para que acepte trabajar con la empresa... —en ese instante empezaste a disociar y miraste de reojo que la contienda había terminado, Enji se hallaba rodeado de varios productores que le pedían una entrevista exclusiva— y colaborar conmigo para la imagen de un producto.

Mírame ↳ Enji Todoroki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora