XII.

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Escenario:
Dabi enterándose de la noticia a través de un programa de chismes.


Mientras nuestros protagonistas tenían una empalagosa escena de parejas —la cual probablemente les diese diabetes—, al otro lado de la ciudad se encontraba un peculiar personaje que miraba el televisor, aunque realmente odiaba lo que estaban transmitiendo en su canal favorito a esa hora, se preguntaba cuando demonios acabaría el maratón de coreanos y empezarían su amada playlist que todo emo escucharía aunque fuese su último deseo antes de morir. Dabi se rascó la piel quemada de su rostro, a la par que tinteneaban sus múltiples perforaciones y de fondo estaba el raro de Shigaraki hablando con su novia por teléfono.

No le molestaría estar ahí sentado, en la misma posición que tenía desde hace dos horas, pero los gritos al unísono de Toga y Twice coreando el estribillo de la canción estaba por sacarle canas verdes. Al parecer él también necesitaba empezar a salir con alguien o terminaría de enloquecer ahí dentro junto a esa cuerda de maniáticos, el único que mantenía su sano juicio —medianamente, nadie sabía que pasaba por la cabeza de ese hombre— era Kurogiri, la mamá gallina que cuidaba a los problemáticos miembros de la Liga. Aunque, no era demasiado trabajo, la mayoría todavía eran adolescentes y lo máximo que hacían era causar destrozos en la ciudad, además de encerrarse en sus respectivas habitaciones con bandas de rock —corta venas, según él— resonando en los parlantes.

Sin embargo, su martirio llegó a su fin, una chica aparecía en la pantalla explayándose al informar de las últimas noticias relacionadas a la farándula en ese instante y todo se resumía a lo típico; cantantes de trap muriendo por sobredosis, artistas en ascenso, vídeos de gatos viralizados, un par de memes y la cereza del pastel, una preciosa imagen de Endeavor tomando de la mano a (Nombre), su pareja oficial.

—Wow, en serio el amor en está en el aire —Spinner soltó, luego de aplicar alcohol en spray por la estancia. No era muy entusiasta de esas emociones.

Pero el azabache teñido todavía se hallaba absorto en las pruebas contundentes del explosivo romance de su padre, incluso prestó atención a la ola de comentarios que expresaban su desconcierto y asombro por lo hilarante del asunto. Apartando lo más llamativo, la diferencia de edades era abismal y ridícula.

—¿Ese no es tu papá disfuncional? —cuestionó la rubia loca, quien fue silenciada por el lunático de los dobles.

Uh, tema muy sensible para Touya, aún habían muchos conflictos relacionados a la figura de ese hombre que seguían sin resolver. Se tensó, lanzando el control remoto con tanta fuerza que lo clavó en el aparato y dejó de funcionar.

—¡Maldito insano de mierda! Tendrás que pagar por eso —exclamó el de hebras celestes, quien se preocupaba por tener en óptimas condiciones el lugar—. ¡El televisor no tiene la culpa de tus traumas paternos!

—Lo que me faltaba, no podía suceder algo más estúpido que eso —bramó ensombrecido, obviando los reclamos del líder.

Fue haciendo memoria, de días anteriores, donde aquel intrépido infiltrado de alas carmesí bromeaba con respecto a lo ahora ocurría. Comprobando que, ya estaba enterado de lo que sea y lo más decepcionante, no le había contado nada. A ese paso, el pobre Keigo sería pollo asado.

—Ella no se decidió si ser nuera o madrastra —el demente de traje no tardó en opinar, haciendo gala de su imprudencia.

—Yo tampoco lo culparía si se enoja, esa chica está como quiere —añadió el mago, frotándose la barbilla cuando observó la foto de (Nombre) en el celular de Himiko.

—¿El viejo con una mujer casi de mi edad? —repetía atónito, queriéndose tirar de los pelos.

—¿El viejo con una mujer casi de mi edad? —repetía atónito, queriéndose tirar de los pelos

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Mírame ↳ Enji Todoroki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora