𝙎𝗁𝗂𝗋𝖻𝖾𝗋𝗍 𝙊𝗇𝖾-𝙎𝗁𝗈𝗍𝗌'.°•☆~

The teacher.

Contenido +18 (no sé ni para que pongo esto si lo van a leer igual akdjwkjdkw).

—Buenos días alumnos —saluda el director.

—Buenos días director —responden todos, levantándose de sus asientos.

—Como les comenté anteriormente, este año tendrán un nuevo profesor de Química.

Un par de murmullos se hacen presentes en aula, pero son interrumpidos por los toques en la puerta.

—Adelante —musita el adulto.

Un joven de unos 23 años entra al salón. Los murmullos entre chicas se hacen cada vez fuertes, eso hace que Anne se desplume en su banco, bufe y vuelva a su paleta de caramelo.

El director hace un gesto con la cabeza para dar a entender al chico que se presente.

—Hola, buenos días a todos. Mi nombre es Gilbert Blythe y es un gusto ser su nuevo profesor.

Algunas suspiraron al escucharlo hablar, pero para Anne no era más que otra víctima.

—Bueno profesor, tengo que retirarme. Espero tenga un buen día. —dice el mayor y se despide.

—Okay, así que ya saben mi nombre, me gustaría continuar con los de ustedes.

Gilbert no era de esos profesores que te hacían dormir, eran demasiado buena onda o simplemente lo intentaban. Él hacía lo posible para que su clase fuera lo bastante interesante o eficiente para sus alumnos.

Fue así uno por uno, preguntando sus nombres, hasta que llegó a la pelirroja.

—¿Su nombre es...? -pregunta Gilbert, dirigiendo la mirada a una interesante Anne.

—Anne con una e para los amigos, pero para usted es señorita Shirley... por ahora —dice mirándolo por fin, para analizarlo de arriba a abajo, relamiendo su paleta y causándole un cosquilleo.

—Eh... un gusto conocerla, señorita Shirley.

—El gusto es mío, rizos. —contesta, guiñando su ojo.

Las otras chicas delante la miraban con ojos asesinos, pero a ella no le afectaban.

La clase continúa, y Anne pudo confirmar que las chicas podían matar por lo que sea. Eran tan... sumisas y... le daba cáncer de ojos.

En fin... terminó la clase y ya solo esperaba a poder irse al receso para comer algo, pero alguien antes la detuvo.

—Anne... digo, señorita Shirley, ¿puedo hablar con usted? —preguntó Gilbert. Ella puso su mejor sonrisa de niña inocente.

—¿Sí, profe? ¿Necesita algo? —dice mientras apoya sus codos en el escritorio.

—Em, yo le quería comentar que he estado viendo sus notas y son todas excelentes... excepto por Química.

—Oh, sí es que... verá, este año he tenido mucho problemas al comienzo del año y... fue muy difícil para mí toda esta situación, yo... —dice dando su mejor show, mientras "llora".

—Hey, hey... tranquila. Puedo ayudarte en lo que necesites... Es más, si quieres puedo ser tu profesor de apoyo —comenta el pelinegro, tranquilizándola.

—¿De verdad? Oh, no tengo las palabras para agradecerle, en serio, muchísimas gracias.

—No se preocupe, en estos días le estaré comunicando los horarios. Puede retirarse.

—Gracias, profe —lo saluda, para después sonreírle traviesamente.

"Solo, tenga cuidado con Anne Shirley".