Jealously.

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—Ahg, como desearía ser como Winnifred, tiene la vida perfecta, tiene padres perfectos, es que... ¿Cómo me querría a mi? Soy solo una simple huérfana.—dijo Anne dando vueltas en la habitación de Diana.

—Él también es huérfano, Anne. Y no digas eso, yo a ti te quiero.

—Oh Diana, eres la mejor amiga que alguien pudiera tener.—dijo ella abrazando a su alma gemela.

—Gracias, Anne, tú también. No te tendrías que rebajar así, eres hermosa. Y sé que aunque digas todo eso, lo amas.

—Yo no...—lo pensó dos veces antes de hablar—bueno sí. Pero no tengo oportunidad con él.

—Cuando te darás cuenta...—dijo Diana suspirando.

—¿De qué?—preguntó la pelirroja inocente.

-Nada.—dijo ella riéndose.—Bueno, vamos rápido, que si no no llegaremos a la preparación del festival.—advirtió levantándose de su cama.

—Tienes razón, vamos.—Anne la siguió.

En el camino se encontraron con las demás chicas, que se sumaron. La decoración del festival estaba casi terminando, y eso emocionó aún más a Anne. Pero rápidamente su sonrisa se borró, porque recordó que estaba en un dilema; tenía dos invitaciones para el baile, pero ninguna de las dos era la que ella esperaba con ansias.

Una correspondía a Charlie, quién estuvo realmente insistente en invitar a Anne. Le estuvo dando miles de señales, pero también era directo. Eso hacía todo más incómodo para ella. Y por otro lado, no era nada más ni nada menos que el mismísimo Roy Gardner. Ella tenía que admitir que él era bastante lindo y que era una persona muy agradable. Además, era un buen amigo con el quién charlar.

Pero, como dijimos antes, no era ninguna de la que ella esperaba.

Hace unas semanas atrás, Marilla le dijo que Roy podía ser un buen pretendiente para ella. Pero claramente, ella no buscaba casarse ahora mismo. Todavía quería estudiar y ser profesora.

Pero ambos hermanos, básicamente, la obligaron a ir al baile con Roy, y a este lo mismo. Es como si ahora estuvieran destinados a casarse.

Anne se sentía aprisionada. Ya no tenía la misma libertad de antes. Ahora tenía que actuar como una persona totalmente aburrida, alguien que ella definitivamente no era. 

Es decir, quería a Roy, pero no lo suficiente como para casarse.

Había intentado decirle a Marilla que ella simplemente no estaba lista para casarse, pero siempre se contuvo, para no tener algún tipo de discusión.

Así que, allí estaba ella, si poder hacer nada al respecto. Tratando de disimular que todo estaba bien, cuando en realidad no era así.

En fin, llegando al lugar en el que el festival se haría presente el día siguiente, se encontró a las personas que menos quería; Gilbert y Roy. El primero le dio una sonrisa sincera, amable. Se suponía que no debía ya que no sería lo correcto, pero no lo pudo evitar. Le correspondió con una pequeña sonrisa, para luego mirar hacia abajo. Él hizo lo mismo. Mariposas aparecieron en sus estómagos. Anne trató de ignorarlo pero le fue imposible.

Cuando estaba ayudando a sus amigas con la decoración de sitio, Gilbert se les acercó. Más a Anne que al resto.

—Hola, señoritas.— saludó amablemente, mirando a Anne fijamente. Sí que no sabía disimular. Las chicas le respondieron un "Hola, Gilbert" en coro, todas excepto la pelirroja. Trataba de concentrarse en su trabajo y no distraerse. Pero con Gilbert insistiendo le iba a ser muy complicado.

𝙎𝗁𝗂𝗋𝖻𝖾𝗋𝗍 𝙊𝗇𝖾-𝙎𝗁𝗈𝗍𝗌'.°•☆~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora