𝙎𝗁𝗂𝗋𝖻𝖾𝗋𝗍 𝙊𝗇𝖾-𝙎𝗁𝗈𝗍𝗌'.°•☆~

¿Cuándo te desenamoraste de mí?

Anne tenía los nervios a flor de piel. Repasaba la letra de su canción mentalmente para no olvidarse de nada. Se movía de un lado al otro, dejando ver su inquietud.

Veía como terminaban de darle el "sí" al participante anterior, quién se veía realmente emocionado por su éxito. Este salió del escenario.

Había llegado el momento. Era su turno.

—Tu puedes. Sólo sé tú misma, Anne —se dijo a si misma en voz alta.

Apenas salió en frente de todas esas personas, la aplaudieron, haciéndola sentir segura de sí. Se paró delante del micrófono, ese con el que había soñado tanto tocar y escuchar resonar su voz.

En cuanto estos terminaron, una de las juradas habló.

—¡Buenas noches!, ¿cómo es tu nombre? —pregunta amable la rubia.

—Buenas noches a todos, mi nombre es Anne —responde la pelirroja, y unos gritos de emoción se escuchan desde el público. Sus amigas la apoyaban en todo.

—Dinos Anne, ¿con qué nos impresionarás ésta noche?

—Bueno, he escrito una canción sobre la ruptura con la persona que más amaba en este mundo, pero resulto que él tenía que mudarse a otro lugar, así que... decidí expresar mis sentimientos escribiéndolos. Espero que les guste.

El primer recuerdo se le vino a la mente.

—Lo siento Anne, no puedo estar contigo.

—¿Por qué, Gilbert? ¿Por qué nos lastimas?

Respiró profundo, se sentó en la pequeña sillita, colocó sus manos en el piano y dejó de lado sus pensamientos negativos. Esta era su noche.

Comenzó a tocar las primeras notas. Recordaba como entre lágrimas escribía esta canción en su preciado piano.

I won’t tell you I’m lonely
Because it may be selfish
I won’t ask you to hold me
Because that won’t mend what’s helpless.

Su voz comenzaba a sincerarse, y el resto a sentir su dolor.

—Podemos hacerlo, Gilbert. Podemos hacer que esto funcione —dijo tratando de manterlo a su lado, pero su fría mirada le dolía como una bala en el pecho.

—No, Anne. Ambos sabíamos como esto terminaría. Además, yo... ya no te amo —mintió. Quería terminar con este dolor. Pero Anne lo creyó.

There’s not a thing I could say
Not a song I could sing
For your mind to change
Nothing can fill up the space
Won’t ask you to stay
But let me ask you one thing

Hizo una pausa, para asegurarse que su voz no se quiebre.

Oh, when did you fall out of love
Out of love?
Oh, when did you fall out of love with me?

Cantó desde el fondo de su roto corazón.

—¿En qué piensas? —preguntó Gilbert, una de sus tantas noches juntos, mirando y apreciando las estrellas, abrazados, sintiéndose el uno al otro.

—¿Prometes qué nunca dejarás de amarme? —soltó, mirándolo con atención.

—Lo prometo, zanahorias —dijo sin dudar.