𝙎𝗁𝗂𝗋𝖻𝖾𝗋𝗍 𝙊𝗇𝖾-𝙎𝗁𝗈𝗍𝗌'.°•☆~

Young and Beautiful.

  —Bueno alumnos, les voy a dejar una tarea.—algunos largaron pesados murmullos con respecto a lo que había dicho la profesora, excepto por dos personas. Pero una de ellas trató de disimularlo.—Este será llevado adelante por dos personas que yo eligiré.—ahora se llevó más abucheos.

   Sin importar por el bullicio, comenzó a nombrar las parejas.
 
—Ruby y Moody, Jane y Tillie, Josie y Billy...—hasta que nombró a cierta pareja.— ... Anne y Gilbert.

   La pelirroja miró indiferente a Gilbert, y viceversa. Ellos no eran más que simples compañeros de estudio, que justamente se encontraban en el mismo grupo de estudio. Habían intercambiado una que otra palabra, pero nada muy importante.

   Anne era la típica chica popular/líder de la escuela. Todos dirían que es la mismísima Regina George de la película, solo que no tan mala. Si tenía actitudes un poco tontas, diría Ruby, pero seguía siendo perfectamente hermosa.

   Tillie, Josie, y Anne eran el grupo de las populares. Mientras que Ruby, Jane y Diana, eran el grupo de las "normales".

  —Desearía ser igual que ella.—dijo la rubia suspirando, mientras miraba a la pelirroja.
  —Ruby, deja de rebajarte, eres hermosa—le contestó Diana.
  —Pero...—
  —Pero nada, me aburre que el único tema de conversación sea ella.—interrumpió la pelinegra.
  —Concuerdo contigo, Di.—dijo la castaña ahora.

❁༄༄༄❁

  —Ay chicas, ¿piensan que ya me están saliendo arrugas?—dice Anne mirándose en el espejo de su casa, con sus dos "amigas" allí.
  —Dejate de tonterías, estas perfecta.—respondió Josie Pye a su comentario.
  —Sí, no digas esas cosas, aparte leí en una revista que no te salen hasta los cuarenta, así que no te preocupes, pero no sonrías tanto.
  —Bueno, si ustedes lo dicen...—
  —Oigan, ¿qué opinan de los grupos? La verdad que Muriel me cae súper mal.—dice la rubia en un tono creído. Anne se veía totalmente en contra de lo que ella dijo, pero no quiso demostrarlo.
  —Si, seguro, aparte no entiendo porqué me puso con Gilbert, él y yo no tenemos nada que ver.—
  —Aprovecha la oportunidad, amiga—dijo Tillie con una sonrisa pícara.
  —Ay no, él no chicas, no creo ser suficiente para él...—
  —Anne, eres perfecta, y si él no te quiere, está ciego.—

   Anne, por más que sea la líder, no sería nada sin las otras dos. Eran tan plásticas y tan basadas en las etiquetas de la sociedad, que ella también quedó expuesta a ello. Y sabía que no era nada lindo ser una marginada.

   Una de las tantas notificaciones de las que llegaban a su teléfono, fue la de Gilbert Blythe la que llamó su atención.

•Hola Anne, ¿Cómo estás? Te quería preguntar, ¿te molestaría venir hoy a mi casa a hacer el trabajo? Así, ya sabes, lo hacemos rápido.

Ella lo pensó unos segundos, hasta que respondió.

○Hola, si seguro. Dime la dirección de tu casa he iré en unos minutos.

   El chico contestó bastante rápido, para ser honestos. Ella dijo que se tenía que ir, sus amigas también. El trío se despidió.

   Ella se puso una remera holgada, ya que iba a comer en el camino. De verdad tenía hambre, ya que antes no había almorzado junto con sus amigas.

   Llevó lo usual para hacer un trabajo, su carpeta, cartuchera y salió de la casa.

   Decidió caminar, porque no se había dado cuenta de lo cerca que quedaba la casa de su compañero en comparación de la suya. Se había llevado su botella de agua más unos frutos secos que de seguro, la salvarían por el momento.