One-Shots Supercorp

Coqueteando en el bar

AUTOR: #Agentzorel
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He tenido un día muy duro. No me malinterpretes, me encanta ser Supergirl, pero parece que todos los malos pensaron que hoy sería un buen día para robar un banco, etc. Así que decidí ir a un bar. No el bar alienígena. No quería lidiar con el hecho de que mi hermana pudiera estar allí. La amo, pero solo quiero estar sola ... en un bar, sí, lo sé, es irónico. Así que entré al bar, me senté en un taburete y pedí lo más fuerte que tenían. Sabiendo muy bien que no me afectaría en lo más mínimo. Antes de dejar mi apartamento, decidí que quería parecer una persona promedio de bares, así que me había puesto un vestido que probablemente era demasiado revelador para mi propio bien. Había comenzado con mi tercer trago cuando un chico relativamente guapo se acercó a la barra.

Me señaló y dijo: "Tomaré lo que ella tiene".

El camarero se apoyó en el mostrador y dijo: "Lo que está bebiendo es muy fuerte".

El chico me miró y pude sentir que se me erizaba la piel.

"Bueno", se burló, "si ella puede beber tres y no parece afectada, creo que yo puedo tomar uno".

El camarero respondió: "Hazlo tú, amigo".

Le dio la bebida al chico y se alejó para ayudar a otros clientes. El tipo se sentó a mi lado y comenzó a hablar.

"Entonces, hermosa, ¿qué hace una belleza como tú sola?"

"No tenía ganas de estar rodeado de gente".

No me gustó la vibra que estaba recibiendo de este tipo, así que intenté darle una indirecta sutil para que se fuera a la mierda.

"Y sin embargo, llegaste a un bar. Con lo que estás usando me parece un grito de atención".

Su mirada se detuvo en mi pecho por mucho más tiempo de lo que me gustaría. Empezaba a sentirme muy incómodo, muy rápido.

"Parece que eres capaz de aguantar el licor muy bien. Me pregunto cuántas bebidas podríamos darte hasta que estés borracho. Y una vez que estés borracho, ¿qué tal si vamos a esos baños?"

El tipo, quienquiera que fuera, puso su mano sobre mi pierna. Nunca he estado tan disgustado como ahora. El tipo seguía diciendo cosas como esta y estaba a punto de poner una excusa para irme o al menos romperle el brazo, cuando juro que apareció mi ángel de la guarda.

"¡Marley! ¡Oye chica, ha pasado un tiempo!"

Mi salvadora era una chica muy probablemente de unos 20 años con cabello negro azabache y ojos verdes. La mujer debió haber visto mi expresión confusa porque se adelantó para darme un abrazo y me susurró al oído.

"Sigue el juego. Te veías realmente incómodo con este tipo". Sonreí cuando ella se apartó.

Luego me vuelvo hacia el chico y le digo: "Lo siento, ¿cómo te llamas?"

"Miguel." él respondió.

"Bueno, Mike." Hice un gesto a la mujer y continué: "Esta es Morgan. Era mi antigua compañera de cuarto de la universidad".

"¿Como has estado?" 'Morgan' me preguntó.

"Te he extrañado." Respondí con un sugerente guiño. No sé por qué, pero en ese momento me pareció una buena idea.

Morgan se inclinó y le susurró algo al oído a Mike. Sus ojos se agrandaron y se bajó del taburete y corrió. 'Morgan' tomó su taburete, pidió una bebida y luego se volvió hacia mí.

"Lena". Ella extendió su mano, así que yo también extendí la mía y dije: "Kara". Nos dimos la mano y nos reímos.

"Gracias por eso." Dije y luego tomé un sorbo de mi bebida.

"No hay problema. Parecías muy incómoda y nosotras las mujeres tenemos que estar juntas". Ella sonrió y noté lo lindo que era.

"Entonces, ¿qué estaba diciendo?" Lena preguntó sonando genuinamente curiosa.

"Sólo la charla genérica del bar. Quería emborracharme y tener sexo".

"Eso es horrible." Ella respondió. "¿Por qué los tipos son tan idiotas?"

"Es posible que el mundo nunca lo sepa". Dije en tono de broma.

"Entonces Kara, ¿a qué te dedicas?"

"Soy un reportero de Catco Worldwide Media".

"No es una publicación conocida por su periodismo contundente".

Sonreí. "No. No exactamente. Pero me encanta el ambiente y tener la oportunidad de entrevistar a mujeres rudas".

"Lo suficientemente justo." Ella sonrió.

Esa sonrisa pareció caer cuando le pregunté: "¿Y qué haces exactamente para ganarte la vida?"

"Bueno, si debes saber que soy el director ejecutivo de L-Corp".

El rostro de Lena parecía estar a punto de soportar un abuso emocional. Puedo ver por qué lo haría considerando que es Lena Luthor. Si tan solo pudiera ver la ironía en hacerse amiga de un súper sin saberlo.

"L-Corp." Dije: "Como en Lex Luthor".

"Si." ella dijo.

Me sentí tan mal por el hecho de que parecía que acababan de patear a su perro favorito.

"Supongo que me iré ahora." Dijo y saltó del taburete.

Reaccioné con mi supervelocidad y puse mi mano en su hombro. Parecía sorprendida de que mi mano estuviera sobre ella.

"¿Por qué?" Le pregunté inclinando mi cabeza hacia un lado y dándole ojos de cachorro.

"Una vez que la mayoría de las personas saben quién soy, no quieren asociarse conmigo".

"Bueno, que se jodan, no soy la mayoría de la gente".

Le di mi mejor sonrisa de Danvers y di unas palmaditas en el taburete.

"Ok pues entonces."

La forma en que me sonrió hizo que todo mi día fuera.

"¿Así que estás de acuerdo con todo el asunto de Luthor?"

"Creo en juzgar a las personas basándose en sus propios méritos y no en los chismes. Y según lo que hiciste por mí, estás bastante bien en mi opinión".

Parecía tan feliz que no pude soportarlo, así que esbocé una sonrisa. La miré más de cerca y Lena parecía estar al borde de las lágrimas.

"Gracias Kara." dijo sollozando.

"Woah, Luthor, necesitamos al menos emborracharte un poco más antes de que te permitan llorar sobre mí."

Ella se rió y sonó como un ángel.

"Dame tu teléfono". Ella dijo.

"¿Por qué?"

"Para que podamos trabajar hacia la posibilidad de que yo llore por ti".

Me reí y le di mi teléfono.

"Está bien, pero también tienes que darme tu teléfono".

Así que ponemos nuestro número en los teléfonos de los demás. Nos sentamos y hablamos un rato, luego ambos nos levantamos y comenzamos a salir del bar. Una vez que salimos y ella se estaba subiendo a su auto, decidí hacerle una pregunta.

"Espera, ¿qué le dijiste a Mike que hizo que se fuera?"

Ella se rió entre dientes y luego, "Le dije que solíamos ser amantes".

Me dio un guiño sugerente, se subió a su coche y se fue. Me quedé aturdido por un segundo antes de estallar en carcajadas y volar a casa.