One-Shots Supercorp

Siete minutos de kryptonita

AUTOR: #lutthors
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Reign había sido más rápida. En un último intento desesperado por detenerla hice la cosa más estúpida que se me ocurrió; fui en su búsqueda y sola.

En un principio la pelea estuvo a mi favor. Le había acertado muchos golpes, la había hecho tropezar y perder el control. Ví desconcierto en su mirada. Me seguía siendo un misterio el porqué sus ojos me resultaban tan familiares pero no tenía tiempo para descubrirlo. Mi objetivo era detenerla.

Rechazaba con mi alma la justicia por mano propia. Nadie tenía derecho a decidir sobre la vida de alguien más, sin importar sus crímenes o el daño causado, para eso existía la ley. Y a eso me aferraba con uñas y dientes.

Reign y yo habíamos peleado en muchas ocasiones pero esta superaba cualquier otro encuentro. Estábamos las dos exhaustas y fatigadas de tanto luchar. La fábrica de químicos abandonada en la que habíamos terminado estaba destrozada.

Que se volviera tan difícil vencerla tenía que ver con el hecho de que ella fuera kryptoniana, al igual que yo. Pero aunque sus poderes estuvieran mucho más desarrollados que los míos yo seguía intentando.

Acerté otro golpe que la envió varios metros hacia atrás generando un intenso dolor en mi brazo derecho. Pensé que era mi oportunidad de detenerla, que esta vez sí tendría éxito. Estaba equivocada.

Solo bastó eso para que se enfureciera y volara con toda su velocidad hacia mí. Pero yo estaba lista para recibir el impacto. Lo único que no tuve en cuenta fue que Reign tenía un as bajo la manga.

Ví el reflejo de un brillante verde de casi un metro aparecer y antes de lo que se tarda en parpadear Reign me empujó contra la pared de concreto más cercana, hundiendo hasta la empuñadura lo que supe sin tener que ver lo que era una espada de kryptonita, lo más letal para mí.

Estaba muy confundida para pensar en lo que significaba, sorprendida por no haberla visto antes y muy, muy adolorida. Cuando Reign me soltó, la espada seguía atravesando todo mi costado derecho, por encima del abdomen.

Mis manos vacilaron hasta el objeto enterrado en mi cuerpo y por primera vez sentí mi sangre, caliente y pegajosa salir a borbotones. Toqué el mango de la espada y el contacto del metal helado me hizo ver las estrellas. La kryptonita me mareaba, me hacía sentir débil y ya comenzaba a querer vomitar. Está demás decir que el dolor estaba volviéndose insoportable.

Tiró de la espada hasta que gran parte quedó al descubierto y mi sangre bañaba el verde neón. Sin esfuerzo la quebró a la mitad y un fragmento quedó dentro mío. Sé que mi grito fue desgarrador por como todo vibró a nuestro alrededor pero no lo suficientemente alto para que alguien escuchara. Con lentitud me vi deslizándome hasta el suelo, las piernas ya no me funcionaban.

"Ten un buen viaje"-masculló Reign. Limpió la sangre del resto de espada que ella sostenía con movimientos exagerados y la tiró al suelo cerca de mis botas. ¿Por qué a ella no le había afectado?

Miró el techo enchapado de la fábrica y sin más salió disparada. Había dejado un hueco y el sol, extrañamente dada mi situación, me dio de lleno en el rostro. No supe que fue peor. Si el cálido toque revitalizante aún dándome algo de fuerzas o la certeza de que solo quedaba poco tiempo antes de que anocheciera.

De todas formas yo sabía que todo estaba mal. La kryptonita me debilitaba a tal extremo que el solo moverme un centímetro para posicionarme mejor por debajo de los rayos de luz me hacía sufrir. Mi frente ya estaba bañada en sudor y mi cuello por igual. Las manos las sentía pegajosas y me costaba respirar con el trozo de espada en mi cuerpo.