One-Shots Supercorp

Marcado para siempre

AUTOR: #BiJane
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Kara estaba saliendo de su apartamento, por la puerta principal por una vez, cuando notó la camioneta de mudanzas. Estaba estacionado al otro lado de la calle, no muy lejos de su edificio.

A veces le gustaba caminar en lugar de volar por la ventana, para cosas como esta. Fue bueno ser parte de la ciudad.

Kara miró hacia la calle por un momento, se apresuró a cruzar la calle y vio a una mujer sudando levemente y descargando la camioneta. La mujer salió medio tambaleándose de la tienda, apoyada contra el exterior de la camioneta.

"¡Oye!" Kara dijo, acercándose.

La mujer se enderezó, jadeando.

"Hola", dijo.

"Soy Kara", dijo Kara. "¿Mudándose?"

"Estoy preparando", dijo la mujer. Ella extendió una mano. "Lena".

"Bienvenida, Lena", dijo Kara. "¿Quieres ayuda?"

"¿En realidad?" Dijo Lena. “Eso sería genial, de hecho. ¿No te importa?

"No tengo que estar en ningún lado por un tiempo", dijo Kara. "Y te ves cansada".

Kara echó un vistazo al espacio que aparentemente poseía Lena. La puerta conducía a una habitación bastante espaciosa y completamente vacía, y más allá había dos puertas.

Cada una de esas puertas estaba abierta. Kara usó su visión de rayos X para escanear las paredes, tratando de medir cuánto se había hecho. Todas las habitaciones todavía parecían bastante desnudas.

Hasta ahora, sólo la sala principal había sido amueblada especialmente. Las paredes estaban cubiertas de sillas y había una mesa frente a una de las puertas.

"¿A qué te dedicas?" Dijo Kara.

Empezó a entrar en la furgoneta, siguiendo la guía de Lena sobre qué recoger.

"Soy un tatuador", dijo Lena.

"Oh", dijo Kara, dudando un poco.

"¿Qué es?"

"Sólo me sorprendió", dijo Kara. "No te ves muy, eh ..."

Hizo un gesto hacia la piel aparentemente sin marcas de Lena, sin apenas darse cuenta de que técnicamente estaba sosteniendo un escritorio en alto con una mano.

Lena miró hacia abajo. Se subió una de las mangas, revelando un diseño entintado que subía en espiral por su brazo.

"Por lo general, no son visibles", dijo Lena.

"¿Por qué?" Dijo Kara.

Lena vaciló. Se tomó un momento para hacer un gesto, ayudando a Kara a colocar el escritorio en el lugar correcto.

“A mi familia nunca le gustaron”, dijo Lena. "Era más fácil si no se daban cuenta de que obtenía más".

"Oh", dijo Kara. "Lo siento."

Lena se encogió de hombros. Cambiando rápidamente de tema, subió a la furgoneta y empezó a repartir cajas grandes y delgadas.

"Cuidado con estos", dijo Lena. “Solo ponlos en las sillas, habitación principal. Son frágiles ".

Kara tomó los dos primeros. Ociosamente miró por encima de sus gafas para mirar dentro de la caja, viendo ejemplos de la obra de arte de Lena.

Pasaron unos cinco minutos antes de que todos los fotogramas salieran de la furgoneta y entraran en el estudio. Para entonces todo lo que quedaba era una caja llena de material administrativo, que Lena estaba llevando a una de las habitaciones traseras, y más muebles.