One-Shots Supercorp

Eres más que tus piezas rotas

AUTOR: #scrappylittlegleek
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Todo había comenzado bien.

Lena se había llevado a Kara después del trabajo. Habían cenado juntos, ninguno de los dos dejó de sonreír ni una vez. Cuando salieron del restaurante, a Lena le dolían las mejillas de estar tan radiante, lo que, por supuesto, a Kara le pareció gracioso. Ella bromeó y se rió mientras ella y Lena caminaban de la mano por el paseo marítimo de National City, hablando de todo y de nada. Y cuando parecía que las cosas no podían mejorar, Kara llevó a Lena de regreso a su apartamento para que la noche no tuviera que terminar.

Kara se sentó a horcajadas sobre Lena, besándola apasionadamente mientras pasaba sus dedos por el cabello de Lena. Lena sonrió contra ella, soltando un pequeño gemido. Cerró los ojos, permitiéndose olvidar el mundo que la rodeaba y perderse en la sensación del toque de Kara.

Kara pasó el pulgar por la clavícula de Lena y le dio un suave beso en el cuello. Sus manos se abrieron paso a través del cuerpo de Lena mientras Lena asintió, rogándole que continuara antes de que Kara pudiera siquiera preguntarle si lo que estaba haciendo estaba bien. Llevó su mano a la línea de la mandíbula de Kara y la besó profundamente.

Kara alcanzó el dobladillo de la blusa de Lena, tratando de desabrocharlo de su falda negra. Ella sonrió mientras sus dedos rozaban la piel del abdomen de Lena. Pero aunque el gesto fue pequeño, Lena instintivamente se tensó con el toque. No pudo evitar succionar su estómago, avergonzada del cuerpo que Kara estaba rozando. Lena lentamente se quitó las manos de encima como para retirarse dentro de sí misma sin realmente alejarse de Kara. Podía sentir sus músculos tensarse por el miedo, no de Kara, sino de sí misma.

Sus mejillas se sonrojaron de un rosa brillante mientras miraba su regazo. Sus palmas estaban comenzando a sudar y no se atrevía a mirar a Kara, quien había desenredado sus piernas y ahora estaba sentada a su lado en el borde de la cama.

Se sentaron en silencio durante lo que parecieron horas. Lena trató de reunir el valor para decir o hacer cualquier cosa. Pero estaba tan llena de ira y decepción consigo misma por estropear todo, que no podía hablar en ella. Kara, por otro lado, estaba a punto de decir algo. Quería envolver a Lena en un abrazo y disculparse por molestarla. Quería hacerlo todo mejor con el movimiento de su mano. Pero sabía que no funcionaba de esa manera, y tratar de que Lena hablara no los llevaría a ninguna parte.

Así que se sentaron en silencio hasta que, finalmente, Lena habló.

"Lo siento", fue todo lo que pudo manejar; su voz pequeña y tímida.

Se mordió el interior del labio, deseando poder meterse bajo las mantas y esconderse. Quería huir y nunca mirar atrás. Fue tragada por la vergüenza, envuelta en un tornado de autodesprecio.

¿Por qué tuvo que arruinarlo?

Especialmente cuando lo pasamos tan bien juntos. Cuando salieron a cenar a ese elegante restaurante, Lena había enloquecido a Kara pateándola suavemente debajo de la mesa. Se habían reído y bromeado hasta que los otros clientes les dirigieron miradas extrañas que solo los hicieron reír más. Luego caminaron juntos por National City, asombrados por todas las luces y lo hermosa que era la ciudad por la noche antes de regresar al apartamento de Kara de la mano. Había sido perfecto. De hecho, fue perfecto hasta el mismo momento en que Lena se alejó de Kara.

"Yo ... lo siento, no quise arruinarlo".

Lena tímidamente cruzó los brazos sobre el estómago y se reprendió internamente por ser tan ... tan solo Lena. Era tan propio de ella apartarse durante un momento íntimo como este. Arruinar algo tan especial, tan puro. Kara era buena, nunca la lastimaría ni la juzgaría. Era tan típico de ella rehuir cuando ni siquiera había un problema real. Fue lo que hizo. Por supuesto, Lena lo arruinó. Ella arruinó todo.