One-Shots Supercorp

Espacios vacíos entre nosotros

AUTOR: #Pancakesoup
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Lena ha perdido la cuenta de cuántas veces ha tenido que reemplazar el enorme letrero de hormigón L-Corp en su vestíbulo.

La primera vez fue poco después de su llegada a National City. Supergirl evitó que la enorme cosa chocara contra ella. Incluso había considerado quitar los restos del antiguo y no molestarse en reemplazarlo, pero esta es su compañía ahora y se asegurará de que se mantenga firme, al diablo con los ataques alienígenas. 

Lena se mueve de un lado a otro en su silla de oficina, su cuerpo grita por descansar después de tratar de lidiar con las secuelas de otro ataque a su vida y edificio. 

La tela de su falda lápiz ajustada comienza a frotar incómodamente contra la piel maltratada de sus costillas y estómago. Cuando estuvo de pie frente a Mercy, la adrenalina estaba inundando todo su cuerpo, cada uno de sus sentidos se centró en proteger a Kara y sacarla ilesa de la situación. Pero ahora, un día después, podía sentir claramente los puntos doloridos donde Mercy logró patearla justo en las costillas, junto con los músculos tensos en su espalda cuando fue arrojada de pared a pared.

Cuando miró anoche las partes doloridas de su cuerpo, pudo ver un gran hematoma formándose alrededor de su estómago. Casi tiene miedo de comprobar cómo se ve ahora.

Su mente vaga por Kara y lo que daría por usar uno de sus grandes y cómodos suéteres en este momento en lugar de su atuendo de trabajo ajustado, la nariz enterrada en la suave tela que olía a todo lo dulce y Kara.

Distraída por sus propios pensamientos y tratando de concentrarse en algo más que el dolor y la rigidez general de su cuerpo, solo se da cuenta de Kara después de que ya está un par de pasos dentro de su oficina. 

"Kara", dice cálidamente, mientras la primera sonrisa del día llega a sus labios.

"Oye, espero no interrumpir. Te veías bastante concentrado allí". Kara pregunta mientras se acerca, con los brazos abiertos para invitar a Lena a un abrazo. 

Lena, que nunca rechaza un abrazo de su persona favorita, da un paso alrededor de su escritorio, ignorando el dolor en las costillas cuando se levanta. Su cerebro está demasiado concentrado en acercarse al rayo de sol que acaba de inundar toda su oficina con una ola de felicidad, ahuyentando las nubes oscuras que parecían estar colgando sobre ella desde esta mañana. 

Tan pronto como está lo suficientemente cerca, puede sentir los brazos de Kara envolviéndose alrededor de la parte superior de su cuerpo, abrazándola, balanceándose ligeramente de izquierda a derecha. 

Lena no cree que alguna vez haya experimentado abrazos tan íntimos. Antes de conocer a Kara, ni siquiera pensaba que los abrazos pudieran sentirse así, aunque ni siquiera estaba segura de si contaban como abrazos. Cada abrazo siempre se siente cargado de tantas emociones, con los brazos demasiado largos para ser considerados estrictamente platónicos. La mejilla de Kara se acurruca contra su cuello, su nariz se frota suavemente contra la piel suave allí y envía escalofríos por la columna vertebral de Lena.    

Aunque estar en los brazos de Kara generalmente le da una sensación de seguridad y comodidad muy necesaria, la experiencia se interrumpe y se corta esta vez cuando siente un dolor punzante que brota de sus costillas cuando una de las manos de Kara se desliza unos centímetros más abajo para acercarla más.