One-Shots Supercorp

Tú eres la razón por la que estoy vivo

AUTOR: #Kildren
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Ella estaba sola en este extraño mundo. Ella estaba completamente sola.

Después de que su curiosidad por el nuevo planeta fue saciada, el vacío en ella se había asentado y nunca desapareció. Nunca antes había sentido algo así; no en Krypton, no cuando estaba con su familia. No importaba si estaba feliz o triste, enojada o tranquila; el peso invisible se apretó diligentemente sobre su corazón día tras día y lo único que podía hacer era actuar normal. Se humano.

Este no era su mundo, este no era el lugar al que pertenecía.

Todas las noches se sentaba en la azotea y lloraba, lágrimas silenciosas rodaban por sus mejillas mientras trataba de buscar a Rao, o más bien, los restos de Rao, a través de su visión borrosa. Quería desesperadamente gritar y gritar, y hacer que sus ecos se escucharan en las llanuras de la tranquila ciudad, pero nadie, nadie lo entendería, así que, ¿cuál era el punto?

Las cosas mejoraron un poco cuando Alex se convirtió en su amiga. A pesar de que le dolía cuando hablaba de Krypton, ayudaba a aliviar la carga que sentía, el vacío y el dolor. Sin embargo, todos los días había algo que la arrastraba de regreso a la oscuridad. El hecho de que había pájaros, el sol era amarillo y el agua estaba por todas partes; no podía evitar pensar que Krypton no tenía esto o que Krypton no tenía aquello. Le tomó años dejar de hacer constantemente comparaciones, pero a veces todavía se sorprendía haciéndolo.

Había aprendido que a los humanos les gustan las personas felices en general. El tipo de gente agradable, inconsciente, tranquila y torpe pero linda, así que en eso se esforzó por convertirse. Eso es lo que iba a ser Kara Danvers y en quién se convirtió. Todo se sintió fácil después de eso porque era agradable y se mezclaba perfectamente con la multitud sin verse como la extraña, sin embargo, todavía faltaba algo. Tal vez ayudaría si se embarcara en el mismo camino que Kal-El. Tenía un don y ¿de qué le servía si no lo usaba? Cuando el pensamiento creció en ella, cuando su nuevo propósito fue inculcado en su mente, el vacío se desvaneció en un instante, y se decidió a ayudar al mundo.

Ella se convirtió en Supergirl.

Durante un tiempo fue satisfactorio a pesar de los peligros y las dificultades que enfrentó, pero el peso invisible regresó lentamente un año después de su debut. Estaba frustrada y enojada, preguntándose qué se estaba perdiendo y cómo podría llenar el vacío. Ella fue al almacén y golpeó demasiados autos en el olvido, trató de ayudar a más personas y realizó más misiones con la esperanza de que ayudaría a aliviar lo que estaba sintiendo. Las miradas de preocupación que Alex le dio no pasaron desapercibidas pero ella las ignoró. Ella era Supergirl, no estaba dispuesta a romperse fácilmente como un vidrio frágil.

Finalmente, la frustración se convirtió en pensamientos más oscuros. Si nada de lo que hizo la hizo sentir digna de existir, ¿cuál era el punto? ¿Por qué tuvo que arrastrar este peso invisible con ella hasta el día de su muerte? ¿No sería más fácil simplemente desaparecer? ¿Seguramente no la seguiría hasta la luz de Rao?

Fue entonces cuando conoció a Lena Luthor, la misma mujer que le dio un propósito en este mundo, quien la puso en el camino de convertirse en reportera.

Cada vez que conocía a Lena, ya fuera como Kara Danvers o Supergirl, no podía evitar sentirse atraída hacia ella. De alguna manera sabía en el fondo que Lena se convertiría en una parte integral de su vida y no porque fuera la hermana de Lex Luthor, sino porque se veía a sí misma en ella. Vio a una mujer tratando de encontrar su lugar en este mundo implacable, tratando de demostrar su valía a todos los demás y, lo que es más importante, a sí misma también.