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Kang Taehyun
--Volvere lo mas rápido que pueda...
Mencionó tu mamá mientras colgaba su bolso en su hombro derecho y tomaba sus llaves para salir despidiéndose en el proceso.Ambos suspiraron para luego dirigirse a la pequeña mesa que se encontraba en el centro de la sala y comenzar con el trabajo que les dejaron hacer.
Taehyun y tu eran compañeros de clase, se acercaban los exámenes finales y los profesores les habían encargado hacer un trabajo en parejas. Tae era el más callado de la clase y por lo tanto no tenía muchos amigos, así que tu como buena persona te acercaste a él y le ofreciste hacer el trabajo juntos a lo que el tímidamente accedió.
Pará el fue una total sorpresa que la chica más popular del instituto lo contemplará para trabajar juntos, pues ya estaba bastante acostumbrado a ser ignorado y que nadie le hablara por ser el "cerebrito".
Y ahora ahí se encontraban, lanzándose miradas nerviosas de vez en cuando, pues ambos sentían una atracción inexplicable por el otro. Sabias que Tae no haría nada, así que decidiste dar el primer paso.
Te acercaste a él y quitaste el libro de sus manos para sentarte a horcajadas sobre sus piernas, mientras el tragaba saliva y observaba confundido todos tus movimientos.
--¿Que estas haciendo?
Mencionó nervioso pues tener a la chica de la que estaba enamorado desde hace bastante tiempo y con la que había soñado tantas veces era totalmente nuevo para el.
--Tu solo dejate llevar...
Comenzaste a dar pequeños besos por sus mejillas para luego ir bajando y dar algunos por su cuello, escuchando los largos suspiros que salían de sus labios. Ambos se miraron a los ojos y desesperadamente juntaron sus labios en busca de satisfacer sus deseos.
Lentamente desabotonaste su camisa hasta quitársela por completo, mientras movias ligeramente tus caderas causando fricción entre ambos cuerpos.
Te descuidaste un momento y el aprovecho para dejarte debajo de él y desprender rápidamente las ropas de ambos. Alineó su miembro a tu entrada y antes de hundirse en tu interior, te observó y sonrió de lado.
--Aunque no lo creas, los calladitos somos los mejorés en estas cosas...
Se acomodo mejor y finalmente se adentro en tu interior, moviendo sus caderas en un compaz perfecto. Ambos cuerpos cubiertos de una fina capa de sudor. Estaban a punto de llegar al orgasmo cuando escucharon la puerta principal ser abierta y a alguien entrando.
--Hija... Ya regres-¿Que esta pasando aquí?
--Opps...
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