Un demonio entre héroes [BNHA]

13. Atrapada en la Tormenta

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- Un héroe tiene que valer para todo. - miré a Aizawa con admiración durante unos segundos, no había dudado ni un segundo, y tampoco dudó saltando a luchar contra aquellos villanos. - ¡Número 13, quedas a cargo!

Vimos durante unos segundos cómo Aizawa-sensei peleaba contra los villanos, coordinaba sus movimientos con los de la tela que llevaba al cuello y el borrado de quirk, venciendo incluso a los más musculosos.

- ¡Impresionante! -exclamó Midoriya, analizando brevemente sus movimientos- El uno contra todos es su especialidad.

- ¡No hay tiempo para analizar! -Iida nos llamó la atención con urgencia- ¡¡Hay que ponerse a resguardo!!

Nos apresuramos a correr hacia la salida junto a toda la clase, pero de repente un villano con forma de humo oscuro comenzó a aparecer de la nada delante de nosotros, interponiéndose entre la puerta y nosotros. Le reconocí casi al instante, era Kurogiri, de la Alianza de villanos. Sentía culpa al saber todo lo que sabía de la Liga y no poder advertir nada a nadie o si quiera contarlo.

- No lo permitiré -dijo, cortándonos por completo el paso a la salida- Encantado, somos la Alianza de Villanos. Puede que resulte algo insolente, pero nos hemos permitido entrar en el hogar de los héroes, la escuela Yuei, porque hemos pensado que All Might, el símbolo de la paz, debería desaparecer y morir.

¿Matar al símbolo de la paz? No recuerdo que fueran tan fuertes como para hacer eso. Pensé, desconcertada.

- En teoría debería estar aquí. ¿Ha habido algún cambio de planes? Bueno... Eso no importa. -vi de reojo como número 13 abría el tapón de uno de sus dedos, seguramente para utilizar su quirk.- Mi misión esta.

De un instante a otro, Kirishima y Bakugo, antes de que número 13 pudiera hacer nada, saltaron a atacar imprudentemente a Kurogiri con una explosión.

- ¡Esperad! - intenté advertirles de que 13 iba a usar su don, pero ya habían atacado.

- ¿No has pensado que antes de eso...? -exclamó Kirishima, con sus brazos endurecidos- ¿¡...Podríamos eliminaros!?

- Por qué poco... -Kurogiri se descompuso enseguida al ataque- Cierto, aunque seáis estudiantes, sois brillantes.

- ¡No, apartaos! ¡¡Atrás!! - les gritó Número 13, con el quirk desactivado, sin poder hacer nada.

- Os esparciré... -oí la voz de Kurogiri casi como un susurro, mientras nos rodeaba con su oscuro humo- y luego... Moriréis.

Sentí como si algo me atravesara, seguramente el humo de Kurogiri. Sin embargo, al mirar a mi alrededor, no me había movido del sitio. Seguía en la zona de entrada junto a Número 13, Iida, Uraraka, Ashido, Sero, Shoji y Sato.

- ¿¡Están todos!? ¿¡Podéis confirmarlo!? - preguntó Iida.

Miré a mi alrededor, sin ver a Kirishima, Midoriya o al resto de la clase. Sólo pude ver un poco cómo en la distancia luchaba algunos de ellos, dispersos por las instalaciones, contra multitud de villanos.

- Están todos dispersos, pero se encuentran en las instalaciones. - contestó Shoji, utilizando su kosei para localizar al resto de la clase.

- ¡Anulación de ataques materiales y curvatura espacial! ¡No puede haber peores dones! - exclamó Sero.

Estábamos todos alerta, por si acaso Kurogiri nos atacaba. De echo, pude notar que yo estaba detrás de todos, seguramente me estaban protegiendo. Y de pronto deseé que mi tío no supiera nada de esto, que no se aprovechara de la situación, por que nadie se lo esperaría, y di unos pasos hacia atrás disimuladamente, por si acaso.