One shots

26. Banana Fish

—Mucho gusto mi nombre es ____, aunque puede llamarme como usted guste.

No era la primera vez que daba un presentación así, ella se encargaba del translado ilegal de la trata de personas. Ella no tenía sentimientos o al menos todos creían eso, era la muñeca perfecta y servible.

Esta vez tenía un encargo, a ella no le importaba el nombre de la familia o si fuera un inocente.

Eiji Okumura

Un japonés simple, según su información no tenía escoltas pero se encontraba con una pantilla de jefe Ash Lynx. Al ella tener sus métodos no fue difícil el secuestro del japonés, en especial por el hecho que el jefe no se encontrara cerca del secuestrado.
La entrega era en un hotel, sin embargo, le llego un mensaje indicandole que su cliente estaba muerto.

—¡Vaya! - dijo en un tono infantil al japonés frente a ella - Parece que mi cliente murió, que suerte tienes, ya eres libre... bueno tal vez no tanto.

Al chico le sorprendió su tono de voz tan bello, una hermosa y dulce voz. Además del hecho de hablar por primera vez después de haberlo puesto en la cajuela.

—Eres un chico lindo ¿cuantos años tienes?

—¿Usted me secuestro por Ash?

—¿No contestaras mi pregunta?

—Solo si usted contesta la mía.

—¡Oh! Chico listo... veamos... mi cliente no dio motivos así que no lo se, pero me advirtió de Ash, ahora es mi turno ¿cuántos años tienes?

—Diecinueve.

—Awww eres más pequeño que yo.

Siguió preguntándole cosas sin importarle siquiera desatarlo de la silla o irse de aquella habitación.

—¿Quieres tener sexo?

—¿Q-qué? - se sonrojo.

—Nunca lo he hecho con un japonés y prometo hacer todo lo que me digas, incluso puedo llamar a una amiga... o amigo.

—¡No! Lo siento pero no quiero tener s-sexo con usted... me acaba de secuestrar.

—¡Oh cierto! - desató las cuerdas de su mano - ¡Listo! Ahora...

Sin pudor alguno comenzó a desvestirse, sin embargo, el japonés la detuvo antes de que se quitara el pantalón.

—Deténgase por favor - dijo en su idioma original.

—¡Que linda suena tu voz en japonés! No puedo esperar escucharte gemir.

Antes de que la chica pudiera quitarse las bragas la puerta se abrió de golpe dejando a la vista a un rubio de ojos claros.

—¡Eiji abajo!

Inmediatamente el rubio comenzo a disparar continuamente, la chica comenzo a esquivarlas con agilidad antes de que Eiji detuviera al rubio.

—Ash espera, ella no es mala, solo la encargaron para secuestrarme.

—¿Y me dices que no es mala? ¡Te acaba de secuestrar!

—Lo sé, pero ella dijo que su cliente murió.

—¿Y porqué diablos esta desnuda? -Eiji no evito sonrojarse y Ash enojarse- ¡Esta maldita! Te voy a matar.

—Wow, relajate amigo no pensaba tocarlo... bueno sí...

—¡Maldita! - Eiji lo detuvo antes que se le lanzará encima.

—Bueno, ya que llego tu Rapuncel no creo que quieras intentarlo... pero cualquier cosa ¡Llámame!

____ se lanzó por la ventana mientras dejaba una nota con su número.

—¡¿Qué fue eso Eiji?!

—Ya, ya, no fue nada.

Los dos se retiraron del hotel, sin embargo un japonés guardo aquel número de la chica.