38. Len Kagamine

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____ siempre fue una chica bastante simpatica y alegre, pocas veces se deprimia y trataba de ver siempre el lado bueno a las cosas. Jamás estuvo con un hombre pues tenía cosas más importantes en las que pensar.

Su padre murió cuando era pequeña y su madre la crió sola, sin embargo una extraña enfermedad se llevo todos sus recuerdos, olvidando a su pequeña y a todos aquellos que estuvieron a su alrededor. Siempre que ____ volvía a casa su madre se encontraba en una esquina llorando sin saber bien quién era o dónde se encontraba. Le dolía ver a su madre de esa forma pero debía resistir y cuidarla así como su madre cuido de ella.

Se cambió de escuela llegando a una nueva con un nuevo hogar para estar más cerca de su abuela quien se encargaría de cuidar a su madre. ____ trabajaba todos los días por lo que pocas veces salía tarde de la escuela.

Ese día decidió salir tarde de ella, no estaba de buen humor pues un día antes su madre y ella habían peleado tras su madre olvidar su problema de memoria.

-¡No deberías de controlar mi vida!

-¡No la controlo! Yo te amo y por eso no puedo dejarte hacer lo que quieras, no puedo dejart...

-Yo puedo salir sola todo lo que quiera, mi madre y tú estan arruinando mi vida.

-¡Esta bien! Has lo que se te de la gana, pero si te pierdes en el camino, solo déjame decirte que no será mi culpa.

Por suerte su madre regresó tras esa discusión, después de eso ____ estaba dolida por aquella pelea queriendo olvidarla así como su madre lo hizo de la noche a la mañana.

La chica caminó por la escuela hasta que en una habitación se encontró con un chico de rasgos finos, ojos grandes y cabello rubio. Lo observó y escucho un pequeño quejido salir de su boca. Se sentó a su lado sorprendido al rubio.

-Hoy no tuvimos un buen día ¿verdad?

Len observó a la chica, su lindo cabello brillaba con el sol, sus dulces labios y baja estatura creaban una tierna vista.

-No... no fue un buen día.

-Pero... todo pasará, así son las cosas.

Simplemente se quedaron en silencio escuchando los sollozos mutuos, los dos se sentían acompañados y entendidos aún si no sabían de los problemas mutuos.

Tiempo después ____ escucho hablar de aquel rubio, llamado Spice por algunas personas, un chico mujeriego que se la pasaba de cama en cama sin importarle mucho la vida, en fiestas acostándose con muchas chicas. Pero ____ no le dio importancia a esos detalles, no era mala persona y lo sabía pues ninguna mala persona lloraria de esa manera junto a ella.

Escuchó el rumor de que tenía la enfermedad de recordar todo, buena memoria era lo que la atraía, era alguien opuesto a su vida.

-Hola Spice.

-Así que ya te enteraste, ¿viniste a sermoniarme?

-¿Porqué debería de importarme si te acuestas con muchas? No es mi vida después de todo.

-Mng... ¿a que viniste?

-Me interese por tu enfermedad, ¿en serio puedes recordar todo lo que vives?

-Lamentablemente.

-¡Vamos! Es como un superpoder.

-¡No! No hables si no sabes nada, desearía poder olvidar todo.

-Créeme que no... es mejor recordar todo que olvidarlo.

-¿Tú que sabes? Ni siquiera nos conocemos.

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