Entre algunas discusiones, asaltos y robos mientras huyen de la policia; Zulema y Hierro viven cada momento de sus vidas con rapidez pero sin quitar la magia en esa extraña pareja que conforman juntos siendo polos opuestos pero similares a la vez.
...
Robar bancos en lugares rurales no les estaba pareciendo suficiente... o al menos no para Zulema.
Ella aspiraba a lugares mas grandes, mas dinero aunque tuviera de sobra. Asi que convenció a su chico para que juntos fueran a la ciudad de Bangkok. Les quedaba a un par de horas. Zulema conocia los riesgos implicados pero no le atemorizaba.
Por un lado estaban las advertencias de Hierro quien no paraba de decirle durante el transcurso del viaje que la policia en la ciudad llegaria mas rápido y que entre mas personas mas peligroso era el lugar. Y a Zulema nada le ponia limites. Ella estaba viviendo su vida como siempre quiso.
-Ya cállate carcelero
-Es que se lo que te digo! No va a ser fácil salir de ahi rápido sin que nadie nos identifique
Zulema ignoraba sus advertencias cambiando de tema
-Te das cuenta que ahora somos como Bonnie and Clyde? Mola verdad?
-Zule... te estoy advirtiendo que-
-Si, ya te escuché pero es qué me da igual. Vamos a entrar a ese casino y saldremos rápido con el dinero vale?
Detuvo el auto a unas cuadras detras del casino mas alejado del bullicio de la gran ciudad. Lo tenia todo calculado. Entrar y salir. Fácil.
Ambos bajaron con las armas cargadas y los sacos para echar el dinero.
-¡QUIETO TODO MUNDO!
Entraron mostrando las armas y aunque habian pocas personas el ruido de temor se hizo presente rápidamente el lugar.
-Me van colocando las manos así detras de la cabeza!
Ordeno Zulema mientras se dirigia al mostrador
-No lo voy a repetir eh!!
Ella camino tras de Hierro dispuesta a encañonar a la cajera para que le diera el dinero pero él se adelantó
-Ve por los billetes, ya me encargo yo de la cajera
La morena detuvo el paso y en su expresion se notaba la molestia.
-Ocupate tu de los loros
Volvió a indicarle despreocupado y entrego el bolso a la cajera para que empezara a llenarlo de dinero -No. Respondio ella friamente
-Algun problema?
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-Si, quien te crees dandome las ordenes a mi? Empezó a reirse mientras apuntaba el arma hacia las personas
-Es que siempre vas tu por el dinero y creí que era bueno cambiar esta vez
-Te recuerdo que en el anterior tú activaste las putas alarmas
