10. Volver ⚠️

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Habian pasado 40 minutos de que Hierro se perdió en la oscuridad de la carretera, cuándo el movil de Zulema sonó.

Zule

—Estas bien?

Si tranquila, necesito qué... tienes que volver a España

—Estas loco? España?! Me buscan en España, me buscan acá...

Pateo la fina tierra que manchaba sus botas.

—Pfff me buscan en casi cuatro paises!

—Ya, si lo tengo claro pero creeme que allá estarás más segura te lo juro!

—Donde estás tú?

—Ire a Marruecos... llego mañana por la tarde luego de ahi nos vemos en Valencia vale? Yo te llamo.

—Te vas a meter a la boca del lobo.

Mantuvo el silencio un minuto mientras asentia aun cuando ella no pudiera verlo.

—Con el dinero que te di es suficiente para que consigas un boleto de avión, con las identificaciones falsas nadie te dirá nada.

—Se como hacerlo... pero luego allá sabes que si me pillan... me revietan a tiros verdad??

—No digas eso. Debes llegar mañana mismo.
Ve a un sitio donde estes segura que jamás te buscarían. Debo colgar... te llamaré cuando vuelva.

A Zulema no le dio tiempo siquiera de despedirse o decirle lo mucho que lo quería. Apesar de la incertidumbre que la orden de Hierro le provocó, supo que seria necesario acatarla. Y tuvo claro a donde tenia que ir, de todas formas... habian pasado ya casi 2 años del caos que se vivio en el Oasis, seguramente Castillo ya se habia rendido en buscarles. Zulema conocía perfectamente que Macarena era como una hija para el inspector pero... dio mucho por ella y a su edad ya debía estar cansado de continuar con ese juego del gato y el ratón.

.   .   .

Zulema camino por toda la orilla de carretera hasta el amanecer, sus piernas no resistían el cansancio y en su vientre él bebé daba suaves patadas como si la invitara a descansar, pero ella tenia miedo y no pensaba parar hasta encontrar un sitio seguro.

El sol ya se estaba poniendo cuando sintio un dolor agudo en el vientre y se doblo a causa de éste, sosteniendose de la pared. Respiro hondo y pausado mientras susurraba "Todo estara bien, ya casi llegamos"

Se detuvo bajo la sombra de un puente al sentir de nuevo el dolor y nauseas, de esas que hace dos meses no tenía. Supo entonces que la doctora se lo advirtió... y un sudor frío en su frente la paralizo, el miedo de perder a su bebé la aterraba, ella necesitaba un impulso para seguir luchando, para no ir a buscar a Hierro y liarse a tiros con cualquiera, para escapar juntos... y ese pequeño ser, producto de su amor con Hierro le brindaba la valentia suficiente para vivir.

Por suerte un trailer que transportaba productos hospitalarios exportados de España se acercaba por la carretera, ella exhalo y sonrio convencida de que la suerte no la habia abandonado. Hizo una señal para que el conductor se detuviera y asi lo hizo, frenando justo antes de llegar a ella, se asomo por la ventanilla.

—Quiere que la ayude a subir?

Ella asintio sin mirarlo mucho a la cara, le tomo la mano y dio un pequeño salto para subir al asiento del copiloto.

Momentos Fugaces 🌠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora