19. Dicotomia

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-Seren se irá conmigo, quieras o no.
Hierro tomo un picahielos que estaba junto a fregadero y lo empuño amenazandola.

-Venga imbecil! ¿Qué esperas? ¡hazlo!
Ella jaló su mano sin dejar de apuntarle con el arma que sostenía en su mano derecha, e hizo que el metal frío se acercara peligrosamente a su cuello, sintió el filo cortando un poco su piel blanca, pero no se alejó y él tampoco dejo de hacer presión.

-Venga imbecil! ¿Qué esperas? ¡hazlo!Ella jaló su mano sin dejar de apuntarle con el arma que sostenía en su mano derecha, e hizo que el metal frío se acercara peligrosamente a su cuello, sintió el filo cortando un poco su piel blanca, pero no se ...

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-¿Cuándo vas a pensar en los demás Zulema? Cuándo Seren muera también?

-¡Cierra la puta boca Hierro!
Habló entre dientes e hizo más presión con la pistola en la cabeza del carcelero.

-Sabes que ya no hay salida! Y nuestra hija no tiene porque pagar por tus problemas...

Su mano temblaba intentado no hacer mucha presión en el cuello de la mora, pero ella se acercaba más a propósito. El comenzo a ver algunas gotas de sangre escurriendo de su cuello.

-Pues has algo para evitarlo, no?

-Me la voy a llevar lejos de este sitio, dónde no puedan hacerle daño.

Zulema inhalo muy ondo y cambió el arma apuntando directamente hacía el cuello de él. Ahora ambos empuñaban las armas directamente en la carótida.

-No. Eso no.
Ya te dije que ella no se irá contigo.

-Es qué acaso no te importa nada!?
La cagaste Zulema. Fuiste demasiado lejos.

-Matame.

Antonio se encontró con su mirada profunda, ese tono verde oscuro que lograba hipnotizarlo, con las pupilas dilatadas por la adrenalina o el miedo.

Por un instante se desconoció en sus ojos e incluso la desconoció.
¿Quien era aquella mujer? Era la nueva Zulema, la madre de su hija? El amor de su vida? O había vuelto a ser el escorpión que solo piensa en si mismo? Que prepara su aguijón para matar...

Hierro no lo sabía.

-No te voy a matar.

-Sí te llevas a Seren, lo harás.

-Me iré con ella y tú vas a solucionar tus problemas con esos hijos de puta.

La mora empujó con mas fuerza su cuerpo contra el pica hielos que Hierro aun mantenía sobre el cuello. Él dedujo lo que planeaba y al instante lo soltó de su mano haciendo que cayese al suelo entre sus pies, mientras del cuello de Zulema escurría un hilo de sangre .

-Joder Zulema! Estas loca? Que mierda te pasa?! Desde cuando... eres esta clase de persona... quien eres?

Aquella pregunta le caló muy hondo a la morena. ¿Quién era? Desde cuándo Zulema Zahir prefería morir antes que enfrentar sus problemas? Que le habia ocurrido?
La morocha sabía que saldrían de ahí muertos sí no paraba esa discusión.
Ninguno iba a ceder a los intereses del otro... bueno, siempre y cuando no involucrara a Seren, pero en este caso la niña era el motivo de la furia de Zulema y el temor a que se la arrebataran como a Maisa...

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