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Tortura y más tortura había en la cabeza de Yena.

El peso de sus acciones había caído sobre ella y el arrepentimiento de, aún sabiendo que era lo mejor, haber terminado con su pequeña.

A cada instante se preguntaba en que estaría haciendo, si había dejado de llorar, de sentirse mal, pero claro, cómo superaría tan rápido una ruptura por engaño? Ugh...

Días y noches encerrado a oscuras en su habitación, su estado de ánimo estaba por los suelos, casi ni comía y se había vuelto sumamente gruñona.
Por mucho que haya cometido un error, Wonyoung y Yujin siempre trataban de hacerla salir de allí para que se alimentara bien y que dejara de ignorar a todos.

Hace días que Wooseok había desaparecido, había dejado de tirar piedras en la ventana de su habitación.

─ Yena...─ se oyó como Yujin hablaba
tras la puerta.

Sin respuesta.

─ Tienes que comer, has pasado mucho tiempo allí ─ seguía hablando.

Aún sin respuesta.

No había nada que lo motivara.

(...)

─ ¿Con quién hablas, Wonyoungie? ─
Yujin regresó a la sala, sentándose al lado de la menor.

─ Con Chris, está preocupado por Yena...

─ Acabo de ir a su habitación y no me respondió nada, como siempre.

Ambas hicieron un puchero, les dolía ver a Yena así.

─ No ha salido... Se mantiene encerrada ─ Wonyoung mantenía el celular entre su oreja y hombro.

─ Debe salir de alguna u otra manera. No puede quedarse allí deteriorándose de a poco ─ responde Chan ─ Jamás podrá seguir con su vida si se mantiene lamentándose, nadie merece eso.

─ Lo sé, por eso quería saber si tienes alguna idea para sacarlo de allí. Tu la conoces más ─ siguió hablando ─ Ya sabes, es tú ex.

─ Ustedes viven con ella, es más fácil. ─ bufaba ─ Ella no les hará caso porque anteriormente ustedes no le demostraron ni un mínimo apoyo y le dejaban en cara sus errores. ¿Por qué mejor no le muestran confianza y no solo pena?

─ Ni siquiera nos responde cuando le hablamos... ¿Puedes..? ─

(...)

─ Yena ─ Chan tocó la puerta con los nudillos ─Tienes que salir de allí.

Silencio.

─ Es una orden.

Nada más.

─ Choi Yena.

Segundos donde no se oía
absolutamente nada.

─ No quiero...─ se oyó, ronca y casi inaudible.

─ No puedes estar allí el resto de tu vida ─ Siguió, tratando de abrir la puerta y viendo que estaba con el pestillo asegurado ─ Por lo menos abre la puerta.

─ Vete... ─ Siguió hablando.

Silencio. Yena pensó que por fin ella se había rendido tal y como Wonyoung y Yujin. Bien, eso pensaba ella, pero Chan no era de los que se rendían fácilmente.

─ Me abres la puerta ahora mismo ─ dijo en tono autoritario, golpeando la puerta. ─ No te estoy preguntando.

Yena suspiró por dentro de la habitación, y con pocas fuerzas fue caminando a quitarle el seguro de la puerta, dando paso a Chan.

¡las amigas lo hacen! ♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora