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Tal y como le había prometido Yena a Yuri, ahora estaban en su casa. Eran más o menos la 12 de la noche.

Habían visto películas un rato hasta que Yuri cayó dormida entre los brazos de la mayor, esta última la miraba con atención, la pequeña peli roja hacía pequeños soniditos y arugaba su nariz, escondiéndose entre los brazos de Yena.

Adorable - Susurró.

Y luego soltó un bufido al recordar la discusión que había tenido en la mañana con Wonyoung, sobre la misma pequeña que estaba dormida entre sus brazos.

Bien, quizás si mostraba una actitud bastante más cercana e íntima con la niña que con otros, pero realmente consideraba que era como una hermanita menor para ella.

Y además, la menor era demasiado inocente como para darse cuenta de esas cosas... Mas bien diría "despistada". No cree que ésta sea capaz de fijarse amorosamente en ella o en ver las insinuaciones que otros le hacían con el fin de verlas juntas como pareja. Para nada, ademas, quería conservar esa pequeña inocencia y no corromperla jamás, ella sentía que si empezaba una relación con la pequeña, la lastimaría.

Y si la llegara a lastimar, no se lo perdonaría nunca en la vida.

Por esa misma razón, ella prefería ser amigas, tal y como el sentimiento que tenía por ella decía.

Aunque gracias a el pensamiento de llegar a lastimarla, cegara que lo que sentía por Yuri era mucho más que eso.

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