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" Olvidaré todo lo relacionado a ti
para no volver a llorar otra vez"

Me trataste bastante bien todo esto tiempo, así que no pienses que deberías arrepentirte.

No pienses que me dejaste.

Nunca le diré a nadie que fuiste
mi chico.

Ignoré incluso nuestros antiguos hábitos. "

Whoz that Girl, EXID.

...

Yuri corría por la casa con una energía impresionante. Había despertando con muuuchas ganas de jugar.

─ ¡Unnie, demos un paseo! ─ Se lanzó encima de Yena.

─ Yu, no fuerces mucho a Yena que ya está algo vieja ─ Rió Yujin.

Yena la miró indignada, solo era cuatro años mayor que ella.

─ ¡Peroo~! ─ Pucherea con ojitos de cachorros.

─ C-Claro... Vamos, Yu ─ Acaricia su cabello y besa su frentecita. Yuri ríe dulce.

─ ¡Unnie es la mejor de todo el mundo mundial! ─ Con la emoción al 100, besó fugaz sus labios ─ ¡Voy por mi abrigo!

Y eso fue lo último que vio antes de que ésta corriera alegre a la habitación de Yena para buscar sus cosas.

Le miró correr, le miró cuando se tropezó por accidente y con una risita seguía corriendo hasta llegar a su destino, cuando oía sus pequeños cantos con esa voz dulce.

Joder. Era tan inocente y dulce que llegaba a darles diabetes.

Fue hacia la habitación y le vio colocarse dificultosamente un sueter negro que le pertenecía a Yena y que le quedaba algo grande, sacando su cabecita roja por el hueco de éste. Tomó una pequeña bufanda blanca y se la puso al rededor del cuello, y un gorro de lana sobre esa melena roja. Se veía tan pequeña y adorable.

─ Bien abrigada, mi amor ─ Le sonríe y besa su naricita.

─ Unnie debe abrigarse también... No quiero que se resfríe...

─ ¿Ah, si?

─ Siii, porque sino no me podrá dar besitos... ─ Aquello lo dijo de manera que no tuviera tanto frío en ese momento.

Salieron de la habitación.

─ ¡Volveremos pronto~! ─ Avisa Yuri tomando la mano de la mayor entre las suyas.

─ No nos esperen ─ Sigue, mientras abría la puerta y Yuri salía disparada hacia afuera.

Yena caminaba tras él, viendo como daba saltitos y robotes. Suspiró.

No le haría, lo prometía.

Pero las promesas son fáciles de romper.

(...)

Si bien era cierto que muchas veces iban a ese lugar, Yuri siempre encontraba una manera que entretenerse como nunca.

¡las amigas lo hacen! ♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora