Cuarenta y cuatro

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La luz del sol era algo débil cuando Jinah despertó, aún tenía entre las manos el llavero que una vez Yoongi le había regalado. Tiempo después de que Kookie se lo dio, recordó el momento en que el chico pálido se lo había entregado y desde esa vez lo tenía con ella cada día.
Esa mañana hizo todo lo que marcaba su rutina diaria: ducharse, cambiarse, ordenar su cama, desayunar, hacer ejercicios que le pedía su terapeuta...

Lo único diferente  era que Yoongi estaba metido en sus pensamientos. Cuando lo vio sentado a mitad de la noche en su habitación creyó que lo estaba soñando pero no, todo había sido real.

Su madre se dedicó la mayor parte del día a trabajar en algo en su ordenador. Desde que había regresado a su empleo de manera parcial, pasaba mas tiempo ocupada, dándole a Jinah algo mas de libertad y finalmente le había quitado a  la enfermera de forma permanente, ahora solo estaba ahí, ciertos días y a ciertas horas. Aquello de su trabajo era temporal, sus planes de mudarse eran definitivos. Se irían a la que había sido su casa cuando era una niña en Gwangju, a casa de los abuelos de Jinah. Al principio ella se había negado, pero se dio cuenta que no podía hacer nada, incluso su padre estaba de acuerdo. Ambos querían que cuando pudiera volver a la escuela lo hiciera en otro lugar. ¿Qué diferencia había? se preguntaba una y otra vez.

Esa tarde, hizo el intento de enfocarse en la visita nocturna de Yoongi... aun se sentía confundida por todo. Lo había extrañado, por supuesto que si pero, su nueva personalidad no respondía de la manera en que debía... dentro de ella habían un millón de cosas atrapadas y simplemente se negaban a salir... ¿Hasta cuando?

Cuando llegó la noche, no se durmió, se quede sentada a oscuras en su cama. Pasadas las horas, salió en silencio de su habitación, tomo dinero del bolso de su madre y dejó su casa.

Apenas habían pasado algunos minutos desde que Jinah salió, cuando su madre fue a verla a su habitación pero se encontró con que ella no estaba. De inmediato pensó en el chico rubio que había estado la noche anterior, entonces corrió a buscar su teléfono para llamar a los amigos de su hija.

La alerta fue primero sobre Tae y  después sobre Jungkook... quien le dio el número de Yoongi a la muy desesperada madre de Jinah.

- ¿Si?.- respondió el pálido chico al número desconocido.

- ¿¡Está Jinah contigo!?.-

- ¿Quién habla?.-

- ¡Su mamá!... ¿Está ella contigo?.-

- ¡Jinah no está conmigo! ¿Desde cuándo no la ha visto?.-

- Estaba aquí después de la cena... subió a dormir, la vi en su habitación antes... pero ahora no está... ¡Si me estás mintiendo...!.- dijo entre sollozos.

- No, no estoy mintiendo... la buscaré... yo la buscaré.-

Yoongi salió de prisa de su casa, su teléfono sonó de nuevo.

- ¿Si?.-

- Min, la madre de Jinah...-

- Si ya lo sé... estoy saliendo a buscarla...-

- ¿Necesitas que te ayude?.-

- No... Creo que se dónde puede estar, tu intenta calmar a su madre, Jeon... te llamaré.-

Yoongi fue en su coche hasta el puente Dongho, estacionó lo más cerca que pudo y comenzó a recorrerlo... pero fue de un extremo a otro sin encontrarse con Jinah.

¿Dónde más podía estar?

Dio otro recorrido de regreso a su coche... nada.

De nuevo llegaron las llamadas a su celular, ahora Taehyung también la buscaba, igual que Park...

Miss Wrong [myg] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora