—Tengo los hombros destrozados... —Dije quejándome de la fatiga. —Además, estoy toda sudada y apesto.
—El entrenador no tuvo piedad con nuestro grupo. —Dice Alph con una sonrisa, tal vez por la forma en la que me exprese.
—Me sorprendió ver a Chia y Ameth en la práctica. —Dije mientras atravesábamos el gran portón de barras de hierro del colegio que daba con la calle. —Recuerdo que les pregunté algunas cosas mientras estábamos en la práctica.
Nos habían separado en dos grupos, el de chicos y el de chicas. —Nos vemos ahora Nina. —Dijeron Klaus y Alph mientras se iban.
Chia estaba escondida viéndome desde un grupo de chicos, tal vez porque quería decirme algo y le daba pena o tal vez porque no quería que la viera ahí, el caso es que cuando el grupo de chicos se separó del nuestro ella quedo expuesta y pude ver su primera reacción que fue una de pánico, todos los pelos de su cola se habían erizado, más bien esa reacción fue la que la delato, no me dio chance de pensarlo al instante, me di cuenta de que se escondía de mi cuando me acerque caminando a ella.
—Chia, también viniste a entrenar. —Ella usualmente lleva una sudadera durante las clases de educación física pero en esta clase íbamos a hacer otros tipos de entrenamientos y con otro grupo de entrenadores así que ninguna chica podía llevar sudadera. Cuando me acerqué y la vi por primera vez mi vista se fue directo a sus pechos, su sujetador se marcaba en la camisa y al estar empapada de sudor se podía ver un poco a través de ella. —Que... Sexy...
—¡Nina! ¡No digas eso! —Me dijo ella avergonzada.
Ella se los intentaba tapar con sus brazos pero con la presión que hacía sobre ellos solo lograba que se le marcaran más. Yo para seguir con la broma me acercaba a ella abriendo y cerrando las manos compulsivamente.
—No es justo...—Le digo con tono de un viejo sin intención real de molestarla.
—No me pidas eso ahora Nina. —Dice ella dándome la espalda.
—No... ¿Ahora? —Dije a la vez que me quedé quieta para analizar lo que dijo. —Ósea que después...
—Si quieres tocar ¿Por qué no tocas las tuyas? —Dijo sonrojada.
—¿Las mías? —Miré directamente hacia abajo y me pareció impactante el hecho de que pudiera ver tan fácilmente los pies, simplemente fue como si una lanza me atravesara el pecho. Pasé mis manos rápidamente por mi busto para intentar comprender su forma. —¿Me pides eso a mí? ¿La tabla de planchar? —Le susurre mientras sentía como si el alma se me saliera por la boca. —*¿Acaso se está burlando de mí? ¿Cómo puede comparar estos limones con esas... toronjas? *—Pensé mientras el poco ánimo que tenía por la clase se desmoronaba por completo.
—Siempre cuando estás conmigo dices y haces cosas de chico. —Dijo ella volteando a mirarme con los ojos empañados por la vergüenza.
—*Maldición, creo que ahora si me pasé*—Recapacito mientras bajo mis manos y volteo a ver como el resto de las chicas me ven extrañadas. —*Tal vez pensaran que soy un viejo verde si continuo con esto...*—Suspire y me acerque a ella de la forma más delicada posible. —Chia... Después de la clase... ¿Quieres ir a...
—¿Ir? —Dijo con duda.
Todas las chicas esperaban a que dejara clara mi propuesta mientras que ahora la avergonzada en el grupo era yo. —*tch* —Chasqueé con los dientes. —...Ir a comprar un sujetador deportivo.
Justo después de proponérselo a Chia el resto de la clase volteo aliviada a hacer sus estiramientos, supongo que a ninguna le gustaría tener que lidiar con otra chica que habla y se comporta como un chico, tengo que esforzarme para seguir el standard. Por supuesto Chia aceptó salir conmigo de compras, Ameth también vino con nosotras a pesar de no haberla visto en toda la clase, me preocupa el don que tiene esa chica para pasar desapercibida.
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La Catástrofe Elemental
FantasyLa vida continua y Nina no se queda atrás, a pesar de ser una pequeña niña, su poder mágico se ha vuelto famoso y tendrá que esforzarse para satisfacerse y buscar la felicidad y paz que tanto anhela en su nuevo hogar/planeta, Corona. Cuando todo par...