Corazón de las Tinieblas

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—*Hasta que la sombra aclare o que luz desvanezca...* —Dijeron todos los fieles al unísono, creando un ruido que resonó fuertemente en las paredes.

El recuerdo empezó a difuminarse. Lo último que sentí era tener la boca llena de sangre. El subespacio en el que estábamos se volvió negro y al igual que un cristal, se astilló por el golpe, pero no lo suficiente como para romperse.

—¿Qué demonios hiciste Bardon? —Preguntó el sujeto enfurecido. —No... Mi ritual es perfecto, no es posible que te libraras, seguramente fueron tus amigos. —Rectificó convencido de su fuerza. —Da igual, esa información es suficiente para la Duquesa, este es tu fin Bardon. —Afuera de aquel espacio el sujeto sonrió a Nina y Yevel, él sin poder verlos, pero ellos sí a su sonrisa.

Los clavos se precipitaron a toda velocidad hacia donde él estaba. Nina y Yevel se mantuvieron pensando fríamente todo el tiempo, ellos pudieron ver como se desenlazaba su plan, absteniéndose a las consecuencias. Los clavos cayeron, haciendo un sonido grotesco al impactar. El sujeto lo pudo escuchar, el sonido de la carne y los huesos rompiéndose.

—Sí, eso es lo que más quería escuchar de ti Bardon, no tus palabras de súplica, era el sonido de tus huesos rompiéndose. —La sonrisa del sujeto se borró rápidamente, él sabía que algo andaba mal. —¿Qué demonios es esto? —Dijo percatándose. Algo brillaba por su ausencia. —*No puedo oler su sangre. —Fue lo primero que pensó. —Además, aun lo puedo sentir con vida, aun sigo en su mente* — apretando los dientes. —*Los clavos aterrizaron sobre un doble, tampoco sentí ningún ataque hacia donde estaba, Acaso... ¿Se lo llevaron? Esos malditos siguen ahí parados*. —Se planteó justo cuando nos empezamos a mover. —*No puede ser, ahora intentan escapar, si despierto a Bardon, podré saber dónde está por su mirada. No me queda más tiempo, iba a matarlos a todos pero me conformo con conocer el método de traspaso de un Dios*.

Usando un ritual que no pudimos escuchar, su fuerza se potencio de repente. —Rápido Yevel, tenemos que huir de aquí. —Le decía mientras corríamos. Él tenía a Bardon sobre su hombro mientras corría.

—Alto.

Nuestras piernas se detuvieron al igual que nuestras palabras, no podíamos hacer ni decir nada, estuvimos así por un instante antes de caer de rodillas al suelo.

—¿Acaso creían que esos discos rotos les durarían para siempre? —Pregunto entre risas. —Tal vez no tenga el control total de ustedes ahora, pero gracias a la mitad de este disco que tenía Bardon pude descifrar parte de su codificación, ahora sus capacidades físicas deberían haber caído a la mitad.

—Maldición... —Dijo Bardon despertando. —Perdonen, es muy fuerte.

—¡Bardon, resiste! —Dijimos Yevel y yo el verlo. Estábamos los tres tendidos en el suelo.

—Aún no he salido de su control... Aun puede leer mi mente. —Dijo con los ojos cerrados. —Con su poder puede usar mi vista para poder ver, me voy a tener que quedar así hasta mi transformación, tienen que huir, solo podré aguantar unos segundos bajo su control.

Yo, molesta al escucharlo me puse aparatosamente de rodillas, lista para levantarme. —No, no huiremos.

—No, tienen que irse... —Respondió iracundo. —Yevel, por fa...

—Me niego. —Contestó Yevel interrumpiéndolo. —Ya te equivocaste una vez, Bardon, dijiste que le ganarías y mírate. —Argumento también colocándose de rodillas para poder contraatacar. —Ella te sacó de ahí levantándote con sus lianas y creó el clon con ramas y enredaderas para confundirlo. Ahora es nuestro turno de arriesgarnos. —Bardon solo se quedó recostado, intentado recomponerse, resistiéndose a su influencia.

La Catástrofe ElementalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora