Capítulo 7: Nacidos para pelear

53 35 0
                                    

—Espero que estés listo, Nil. Seré tu escudo, pero aquí soy la espada con la que afilarás la tuya —dijo Marc, que se encontraba en frente de Nil.

Ahora estaban de vuelta en el sector militar, en un edificio de entrenamiento en el cual solo estaban ellos dos; este estaba compuesto de una cámara principal grande en forma de cuadrado, el piso era de tierra, blanca, y no había techo, la luz tenía libre acceso a la cámara. En las paredes hechas de metal estaban colgadas unas ballestas, todas parecían estar apuntando a Nil, lo cual lo ponía un poco nervioso, y tenía la sensación de que el piso no era tan seguro tampoco.

Usualmente el entrenamiento era grupal, pero como Nil era el salvador de los llums, recibía un trato especial, demasiado especial para su gusto. Y lo mismo se podía decir de Byleth, que se encontraba en una cámara similar, pero él se encontraba en la superficie y en vez de ballestas había metralletas en las paredes, y estas no escondían la intención de querer dispararle, pues todas tenían su mira fija sobre él. Todo estaba oscuro, por supuesto.

—Bien, a escuchar —dijo el comandante Alexei, que estaba en frente de Byleth con los brazos cruzados y con su cara usual de irritabilidad —, primero nos enfocaremos en que domines tus habilidades ofensivas: ataque a corto alcance y a distancia.

—Intentemos con el arma de corto alcance, recuerda que en nuestras clases estudiamos diferentes tipos de armas; concéntrate e imagínalas, cada una de ellas y cuando llegue la indicada, esa imagen se quedará y tu diví responderá, materializándola.

Marc estrechó su mano y rápidamente una lanza se materializó, este la tomó y le dio vueltas antes de hacer chocar el extremo no puntiagudo contra el suelo. La lanza era completamente blanca, y en el extremo donde estaba la cuchilla tenía unas pequeñas alas angelicales. Por su parte, Alexei había materializado un hacha de filo doble, la cual estaba incrustada en una de las metralletas que estaban en la pared. Lo impresionante es que los ojos de Byleth no pudieron seguir los movimientos de Alexei.

—Tu turno —comandó Alexei antes de estrechar su mano, su hacha respondió al llamado y volvió a la mano de quien la había lanzado.

Byleth no necesitó pensar mucho, su arma preferida había estado en su mente desde el día que la vio en clase. De su diví comenzó a salir energía que se condensó en su mano izquierda, la cual alzó en el aire: una hoz de doble filo se materializó, un arma poco convencional, pero los ombres la asociaban con la muerte. Byleth la tomó con fuerza y comenzó a manejarla como si tuviera años de experiencia con ella. En las dos hojas de la hoz estaba tallada la palabra: assassí. El chico continuó por un minuto hasta que Alexei chocó el filo de su hacha contra la de su hoz para que se detuviera. Sus miradas se cruzaron y el odio que emanaba de ellas colisionó, el de Byleth era mayor, pero su fuerza no estaba al nivel, por lo que desmaterializó su hoz y volvió a su lugar.

Por otro lado, Nil estaba teniendo problemas, pues ningún arma se sentía bien: o eran muy pesadas, o muy ostentosas, o muy largas o muy desagradables para su gusto. Se concentró con más fuerza y tuvo en mente todas las características que buscaba: delgada, que pudiera hacer movimientos rápidos y con gracia y que fuera letal con un solo golpe. Y de repente, su diví comenzó a emanar energía que se concentró en su mano derecha hasta formar un estoque con una hoja delgada. Nil abrió los ojos e hizo varias estocadas rápidas antes de desmaterializar su arma. Volteó a ver a Marc y este le estaba sonriendo, provocando que Nil sonriera también, un paso más cerca.

—Excelente, Nil —dijo Marc antes de aplaudir con entusiasmo, haciendo que Nil volteara a ver hacia otro lado —. ahora nos enfocaremos en las armas de largo alcance. En esto no tenemos mucha variedad —dijo antes de materializar un arco blanco y simple en su mano derecho —, pues los ombres utilizan todo tipo de arma y ya compartimos suficiente al utilizar armas de corto alcance similares. Entonces, lo más sensato es proteger nuestra identidad como essers de llums con nuestros arcos y hacer que lluevan flechas de justicia divina sobre ellos...O al menos eso siempre nos dijeron en clase. Pero eso no significa que no podamos añadir aspectos especiales.

Creación: reconquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora