Algo no estaba bien, la súbita explosión de energía provocada por la inesperada carga emocional sobre los fragmentos de Déu las tomó por sorpresa y, en cierto sentido, tuvieron una sobrecarga de energía. El hecho de no tener cuerpos físicos para tener un mejor control de la energía las hacía propensa a esas sobrecargas.
Pero ahora ya habían recuperado el equilibrio del flujo de energía en su "cuerpo" hecho de la misma, pero eso no estaba bien; eso no debería de ser así. Para este punto, ellas deberían de tener completo control sobre sus receptáculos, y es que ese era el plan. Sin embargo, ahí estaban esos dos, llenos de determinación y listos para seguir adelante.
Así como Nil y Byleth pueden transmitir sus pensamientos y crear un espacio de comunicación exclusiva, Aurora y Naminé tienen su propio canal de frecuencia; algo así como una habitación a lado de los otros dos, en la cual les gustaba jugar con el espacio de esta para hacerla más interesante. Después de todo, ellas se encuentran dentro de los cuerpos de los dos chicos y, por ende, están atadas a ellos.
—¿Qué hicieron? —preguntó Naminé con un tono de incredulidad—. ¿Qué hicieron?
—Se convirtieron en humanos —respondió Aurora también con ese tono de incredulidad —, contra todo pronóstico... se convirtieron en humanos.
—¡NO ME JODAS!
Y la habitación de color gris de pronto se tornó de una tonalidad carmesí y en todo su alrededor se podían escuchar los ecos de los gritos de Naminé, acompañados de sónidos de truenos, armas siendo disparadas, cuchillos siendo usados para apuñalar y explosiones. La habitación se deformaba constantemente; de repente parecía que reventaba por una explosión, solo para que en un segundo volviera a la normalidad; pero después las paredes se abrían de tal forma que daba la impresión de que habían sido apuñaladas.
Al cabo de unos minutos, Naminé pareció haber acabado con su rabieta. Y justo cuando el cuarto había regresado a tonalidad gris normal, una pequeña lágrima blanca cayó sobre el suelo y la ondulación se propagó por todo el cuarto, al mismo tiempo que todo se pintaba de un azul profundo.
—Draven... —dijo entre sollozos el pequeño cuervo blanco que parecía tener dificultad en mantenerse en el aire— Marc, ¿ya no me recuerdas? ¿Ya olvidaste nuestras noches de desvelo? ¿Nuestras caminatas de día? ¿Nuestras sesiones de amor? ¿Ya no estoy en tu corazón?
En respuesta al estado actual de Aurora, el cuarto comenzó a... llorar con ella. Del techo caían pequeñas gotas del mismo azul; del techo comenzaron a resbalarse gotas hasta que se formó un charco en el suelo. Toda la habitación apestaba a tristeza y a humedad. Naminé, viendo que su hermana se estaba derrumbando, se puso en frente de ella y le dio un leve picotazo en la cabeza.
—Vamos, ya tuvimos nuestro momento de debilidad. Es hora de seguir con nuestro plan, no hemos sido derrotadas. ¿Quiénes fueron las que los crearon?
—N-nosotras.
—Exactamente, tienen nuestra perspicacia, por lo que no debería sorprendernos que saquen trucos debajo de la manga —le dijo Naminé de forma reconfortante—. No te preocupes por Marc, su corazón siempre será tuyo, ¿vale?
—V-vale..., vamos allá.
Mientras tanto, Nil y Byleth estaban de rodillas en el suelo, no podían dejar de sentir un profundo malestar en sus pechos. Y al mismo tiempo, unas fuertes ganas de llorar y de destruir cosas los invadía. Fue ahí cuando recordaron que esto comenzó a suceder cuando Naminé y Aurora se alojaron dentro de ellos.
—No hay duda... —dijo Byleth entredientes.
—Ya volvieron... y no parecen estar nada felices —respondió Nil entre jadeos, no podía respirar bien.
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Creación: reconquista
FantasySinopsis En un mundo donde la luz cubre una mitad del planeta y la oscuridad la otra, donde se ha librado una guerra por milenios entre estas dos fuerzas para tener control del planeta, dos jóvenes despertaran el poder de las diosas olvidadas escond...