22.

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Desperté con un fuerte dolor en mi espalda y cuello y era entendible después de las fuertes caídas de ayer.

Me apresure a levantarme y me dirigí lo más rápido que pude hacia la bañera ya que no quería enfermarme por el terrible frío, al ver mi cuerpo desnudo en el gran espejo de baño vislumbre algunos moretones pero decidí no darle importancia.

Cuando salí de bañarme me vestí con un conjunto de pants, y baje las escaleras dirigiéndome hacia la cocina, no fue una sorpresa encontrarla llena de gente que limpiaba toda la zona, seguramente mis padres habían dado esa orden.
Hoy me encontraba sola, mis padres salieron desde muy temprano a sus respectivos trabajos, el día de hoy era todo lo contrario a ayer, estaba tan nublado y frío que mis huesos dolían.

Tomé un café, un jugo de naranja y unos waffles, me fui a la sala para poder ver algo en la televisión junto con un cobertor, cuando estaba a punto de recostarme el timbre sonó y escuché las pisadas de los de limpieza llendo a abrir.

Reconocí la voz inmediatamente, tan ronca por el frío y tan glacial como siempre.

Era Hell.

Entró y se dirigió a donde le habían indicado que estaba diciendo un simple gracias.

Siempre era así, todos los chicos podrían entrar y los dejarían pasar a menos que yo les hubiera advertido anteriormente a los de seguridad.

Y eso solo había pasado una vez, pero eso se los contaré después.

-Hola muñeca-beso mi coronilla y se sentó en el sillón junto a mi.

-¿Que haces aquí Hell?-pregunte inmediatamente, no entiendia el por qué de su visita.

-Que no puedo solo venir a ver a mi mejor amiga,¿ o que?-hablaba mientras jugueteaba con sus manos.

-Vale vale, ¿quieres algo de comer?-le mire restándole importancia.

-No gracias, ya desayune, muñeca-prendió la televisión y comenzó a buscar una película en Netflix-Vi una reseña en Facebook sobre esta nueva película es de acción como las que te gustan, así que inmediatamente pensé en ti y vine a verte para que la viéramos.

Hablo rápido y su nerviosismo solo me hizo sonreír.

-Ponla-me recosté en su hombro y espere a que comenzará la acción.

La película era muy buena, su trama era interesante y los actores demasiado buenos,pero el calor que emanaba del cuerpo de Hell convinado con su olor y las cobijas me provocaron un sueño tan profundo, de esos que muy pocas veces llegas a tener y no pude evitar caer en el.

No se cuanto tiempo pasó pero el frío emanaba mucho más que antes y ni siquiera el acurrucarme más al cuerpo de mi amigo me hacía ignorarlo, así que sin más que resignación abrí mis ojos.

Todo estaba en silencio Hell dormía con mi cuerpo acurrucado en su pecho, la posición era cómoda aunque no entendía como había terminado así.

No me moví, como dije estoy cómoda y solo me recargue mas en el.

Su calor era delicioso y nada sofocante,me sentía bien con el y cuando estaba a punto de cerrar mis ojos otra vez, sentí su mano sobre mi cabello realizando pequeños masajes.

-Hola muñeca. - su voz ronca y somnolienta abrió paso a mis oídos y no pude evitar estremecerme.

-¿Que tal demonio?-levante mi cara y expulse una pequeña risa, lo veía intensamente y no pude rehusar el pensamiento de comodidad junto a él parecía que embonabamos demasiado bien.

Mi mano se dirigió inmediatamente a su cabello y mis dedos comenzaron a desenredar su alborotada melena.

-No había dormido hacía mucho así de bien. - sus manos tocaron mi cintura y mi cuerpo se erizo con solo eso, el lo noto y su mirada se volvía más profunda escrutinando todo mi ser.

Nunca creí ese estúpido dicho de "los ojos son la ventana del alma" pero en ese momento lo entendí.

El alma de Hell era oscura y para nada esperanzadora, no claro que no, la de él era puro deseo e intensidad, juraría que su alma es negra si es que tuviera algún color, pero por un instante, por un pequeño instante vi luz y amor en ella y tan pronto como sonreí por eso, se apago sin más.

-Creo que ya es hora que me vaya. - me cargo apartandome de el como si no pesará y me dejó en el sillón.

-Ah sisisi claro, ¿nos veremos más tarde?-mi voz sonó a mi pesar con mucho entusiasmo.

-No lo creo, iré a un lado y no creo acompañarlos hoy. - sus palabras tan secas y su chamarra amoldandose a su torso me hicieron comprender que no quería estar con nosotros.

-Vale, entonces nos veremos mañana en la escuela. - tome el control de la televisión y empecé a hacer zapping tratando de restarle importancia a su repentino comportamiento hostil. - Cierra bien cuando salgas.

No dijo nada más y solo salió.

Es increíble el cómo cambiaba mi estado de ánimo, pero que podría esperar de una adolescente con mas hormonas que neuronas.

Tome mi celular y me puse al día en todas mis redes sociales paso un buen rato cuando termine por aburrirme y decidí que era hora de arreglarme para mas tarde.

Hoy en especial queria arreglarme un poco más de lo usual, me quería ver sexy y realmente atractiva así que me tomaría mi tiempo maquillando y buscando un buen outfit.

Hoy correría, había una competencia cada año que en verdad valía la pena, corredores de todo el mundo asistían y esta sería la primera vez que participaría en ella.

Me sorprende que Hell no lo recordará, esto era algo importante o al menos para mí y el simplemente no  iría.

Que huevos.

No mentire, me desmotivaba el pensar que el no estaría ahí.

Pero el solo pensamiento de que el influyera en mis sentimientos me hizo odiarlo.

Nunca nadie tiene que influir en ti de esa forma tu tienes que ser feliz, triste, desdichada o cualquier cosa solo por ti y tus acciones, no la de un idiota.


Ardiente, suave y delicioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora