Han pasado tres días desde que les conté a los chicos sobre lo de hace cinco años y sin quererlo todo a cambiado y creo que para bien.
Ahora vienen a visitarme mas (si eso puede ser posible) y platican de cosas mas profundas conmigo, tienen mas atenciones y por supuesto me protegen mucho mas que antes, aunque no se los negare me gusta que estemos mucho mas unidos, no dejo de sentirme un poco caotica cada vez que se ponen en modo sobreprotectores compulsivos.
Hoy es lunes y hemos quedado en que me recogerán para ir al instituto todos juntos.
Me veo por ultima vez en el espejo y bajo las escaleras alisándome la falda, puedo escuchar perfectamente las risas de los chicos y el olor de la deliciosa comida de mi madre, es increíble el como aunque este tan ocupada siempre con su empresa le da tiempo de cocinar.
Al llegar a la cocina saludo a todos los chicos con un beso en la frente y me siento en mi lugar de la mesa. Mi madre enseguida me sirve y me regala uno de sus besos en mi cabello, yo solo sonrió y comienzo a devorar mi comida. En ese mismo instante mi padre va bajando de las escaleras y saluda a los chicos.
-Buenos días muchachos-
-Buenos días señor- dicen todos al uniso y siguen con su comida.
Mi padre se acerca a mi y me besa la coronilla y me estruja mis cachetes.
-Buenos días princesa-
-Buenos días papi- Suelto con una sonrisa y en un tono chillón enseguida escucho las risas de mis amigos y los volteo a ver fulminándolos haciendo así que callen.
Mi padre va a saludar a mi madre con un esplendoroso y repugnante beso en los labios lo cual hace que mis amigos y yo hagamos muecas de disgusto. A pesar de que no es la primera vez que vemos a mis padres besándose, siempre nos ha desagradado e incomodado.
Mi padre se sienta y comienza a comer lo que se encuentra en su plato, cuando me levanto a lavar mis platos el voltea a verme y frunce el ceño, y ya se lo que dira a continuación.
-¿Asi saldrás?-
-Pffff.si papi,ya hemos hablado de esto- contesto un poco cansada ya de estas discusiones.
-Y ya sabes mi opinión de que salgas asi a la calle- suelta en modo de reprimenda.
-Y yo igual te he dado mi punto de que no me gusta que andes en calzoncillos por toda la casa y te vale asi que- encojo los hombros dando a entender mi situación.
Escucho a mis amigos reir y a mi mama susurrarle a mi padre un "te a ganado"
-Pero tu lo has dicho en mi casa, no salgo en calzoncillos a la calle como tu.-comienzo a cabrearme porque esta falda no es para nada un calzoncillo y lo debería de saber porque siempre que compro le llega la factura.
-Ay papi se nota como ya estas viejo, esta es una falda, mira te la presento-digo esto mientas doy una vuelta señalándola- y las utilizan chicas de mi edad, además existen unas mas cortas y creeme esas me las comprare a la próxima que me digas que estas son calzoncillos.
-Pues yo te cancelare tus tarjetas entonces- Lo dice con una cara de satisfacción tan segura.
-Pues recuerda que se cortar y cocer muy bien así que todas mis faldas se restaran cinco centímetros-su satisfacción se va al desagüe cuando pronuncio esto y yo solo sonrió con cara de inocente.
-Mierda niña, tu me sacaras canas verdes-susurra-que quieres que te vean el culo los depravados.
-mmm yo seria uno de esos- si señores ese fue Hell, por suerte no lo escucharon mis papas, pero los chicos si y solo lo ven con una mirada retadora.
-Ya papi además me se defender, y a mi me gusta como me veo, me siento cómoda y feliz.- al mencionar esto ultimo puedo ver el como sonríe y se tranquiliza.
Así es el mientras mama y yo estemos felices el estará bien.
-Vale mocosa vale, pero ya váyanse que se les hace tarde.- mueve las manos en dirección a la salida dando a entender que ya es hora.
-Hasta luego señores- se despiden los muchachos
-Adiós papas- les aviento un beso a cada quien y salgo corriendo hacia el carro de Kaleb.
Salto en el asiento copiloto del descapotable rojo y los chicos rien, ante mi acción infantil de siempre.
-Ponganse el cinturón que debemos llegar vivos a la escuela para patear culos.-Kaleb arranca y salimos directo a la escuela.
-¿A que culos te refieres?-pregunto sin entender bien.
-Llegando te daras cuenta muñeca-Hell es el que me responde y lo veo desde el espejo retrovisor guiñándome un ojo.
¿Qué pendejada planearan estos?
Mierda y mas mierda, ahora entendía lo de patear culos. Resultaba ser que los chicos descubrieron a los muchachos que me habían mandado la nota.
Sus nombres eran Carlo y Estefan, los dos eran mejores amigos y creyeron que era muy divertido el decir eso de mi, solo diré que eran unos ardidos, Carlo hace un año intento unirse a nuestro grupo de amigos, pero su arrogancia y despotiza nunca nos termino de agradar, y Estefan siempre intento tener algo conmigo mas que amistad pero a mi nunca me atrajo y lo rechace un par de veces.
Y ahora los tenia enfrente de mi...
Sin nada de ropa mas que en calzoncillos amordazados y con unas pequeñas pinzas en los pezones , atados en unas simples sillas a la mitad de la cafetería.
Todos observábamos expectantes a mis amigos que parecían feroces hienas rodeando a su presa, yo simplemente me quede sentada encima de una mesa, lista para ver todo el espectáculo que venia.
Kaleb toma un altavoz y ¡que comience esto!
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Ardiente, suave y delicioso.
SonstigesCuatro chicos y una chica, una amistad de años que demuestra con cada paso que dan que el Laverno es ardiente y que se disfruta con locura. Que se hace cuando estas llena de mentiras, cuando no sabes quien eres, y tu única salida es la adrenalina. Y...