Termine de maquillarme y de peinarme cuando solo faltaban 15 minutos para la hora establecida, por suerte el lugar donde nos veríamos estaba muy cerca además de que podía ir en mi motocicleta así que llegaría antes.
Me levante de mi sillón y los chicos me observaban detenidamente, sabían que era hora.
Me coloque un poco de perfume, me vi en el espejo, acomode un poco mis pechos ya que la blusa hacia que se notarán un poco más de lo normal.Cuando me sentí lista voltee a verlos.
-¿Que tal me veo?-mi voz sonaba ronca por pasar tanto tiempo callada.
-Te ves preciosa-eso provino de Hell, y todos se sorprendieron por su tono de voz al decirlo, ademas de que no apartaba su mirada de mi.
Yo parecía tomate de lo roja que me puse por su comentario.
Susurre-gracias-y tomé mi bolso.
-Pues chicos ya es hora de que me valla, si quieren se pueden quedar el tiempo que quieran, ya saben aque no hay problema, solo no causen desastres.
-Sobre eso... Queríamos saber si podríamos hacer una pijamada hoy, así aprovechamos y nos cuentas todo, ademas de que en la noche hay una fiesta y podríamos escaparnos un ratito...-al escuchar a Kaleb no pude evitar sonreír.
Hace mucho que no hacíamos una pijamada y enserio extrañaba eso.-Claro chicos, solo llamen a mis padres para pedirle permiso y yap.
-Sigues siendo una nena que tiene miedo de pedirle permiso eh.-Garret me veía con diversión, pues era cierto nunca pedía yo permiso.
-Eso nunca se me quitara, ademas siempre que lo piden ustedes es un si inmediato.
-En eso tienes razón princesa, además tus papás nos aman. - Hell sonrió al decir esto.
-Pero me aman mas a mi-Dije con seguridad y orgullo en mi voz.
-Karla corazón, sabemos que eres su hija y que te aman por eso, pero todos sabemos muy bien que su favorito de todos es Garret.-Hell habló, y es que era cierto, Garret es el que más se daba a querer con mis papás, y aunque todos mis amigos para mis padres eran como unos hijos, Garret era especial para ellos, en sí para todos.
Garret era el que nos unió cuando éramos chicos, era nuestro pegamento, sin el no estaríamos juntos.
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Ardiente, suave y delicioso.
RandomCuatro chicos y una chica, una amistad de años que demuestra con cada paso que dan que el Laverno es ardiente y que se disfruta con locura. Que se hace cuando estas llena de mentiras, cuando no sabes quien eres, y tu única salida es la adrenalina. Y...