mi ángel guardián

capitulo: 1

MI ANGEL GUARDIÁN: CAPÍTULO:1

EL INICIO

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Me encontraba sola de nuevo, bueno, no en todo el sentido de la expresión, mis amigos estaban en el campamento también, Sango y Kirara dormía tranquilamente en una de las bolsas de dormir que había traído de mi época, Shipo, el pequeño kitsune, ya estaba acomodado en la bolsa de dormir que compartíamos, ya era costumbre que el durmiese conmigo, puesto que según sus palabras, le hacía recuperar un poco el sentimiento de tener una madre, Miroku por su lado, estaba "montando guardia" por si alguien nos atacaba, pero realmente hacia bastante se había quedado dormido, pero era lo más normal puesto que hoy como otras tantas veces habíamos tenido un combate con unos monstruos muy fuertes que poseían fragmentos de la perla de Shikon. Cualquiera se preguntará: ¿Qué hay de Inuyasha?, pues sucede que como tantas otras veces ha visto las serpientes cazadoras de almas de Kikyo y se ha ido en su búsqueda…

Esa es la razón por la que estoy aquí sin poder dormir y debatiéndome entre ir en su búsqueda y averiguar que sucede o hacer como si no hubiese pasado nada e intentar dormir…todos pensarán que, luego de tanto tiempo, 2 años para ser exactos, que llevo en la época antigua, ya debería haberme resignado a esto, sin embargo, cada vez que esto sucede, cada vez que Kikyo aparece, guardo la esperanza de que en una ocasión Inuyasha se quede a mi lado en vez de ir en su búsqueda, y duele tanto cuando lo siento marcharse creyéndome dormida, que realmente estoy replanteándome si en verdad vale la pena seguir cumpliendo la promesa de siempre estar a su lado sin importar que sucediese.

Me muevo lentamente tratando de no hacer ruido para evitar que mis amigos se despierten, ellos no tienen que soportar mi insomnio, me adentro en el bosque, no iré a buscar a Inuyasha como antes había pensado hacer, caminaré por los alrededores, eso me ayudara a distraerme y con suerte la caminata me agote lo suficiente como para poder conciliar el sueño….

Mientras en otro lugar, no muy lejos de ahí, un apuesto taiyoukai de hipnotizantes ojos ambarinos y platinados cabellos observaba tranquilamente al grupo que viajaba con él, en esos momentos todos dormían, claro, todos menos él, la verdad era que no lo necesitaba y además prefería estar atento por si algo ocurriese, aunque él no lo admitiera se preocupaba por el bienestar de quienes viajaban con él…. La pequeña Rin, que para él era como una hija, recordaba muy bien la preocupación grabada en el rostro de la pequeña cuando lo encontró por primera vez herido en aquel bosque, también recordaba la ira asesina que lo recorrió al ver que los lobos la habían matado, la revivió y desde entonces ha sido su pequeña, su hija podría decirse, es extraño como encajan como si realmente fuesen familia, Sesshomaru le brinda esa protección y refugio que siempre le había faltado y ella le transmite a su hasta entonces bastante solitaria vida, la alegría y paz que nunca pensó tener. Luego estaba Yaken, ese pequeño youkai verde que podía ser muy molesto cuando quería, pero que fielmente cumplía cualquiera de sus órdenes y no se separaba de él aunque bien pudiera costarle la vida, reconocía que, al menos en los youkais no había visto a otro tan fiel como el, aunque le desagrada sobremanera el sobrenombre que Yaken le ha asignado: "Amo bonito" pensó Sesshomaru, en realidad suena algo gracioso y no va con su aspecto frio y calculador, pero era Yaken, podía ser muy leal pero no era muy creativo que digamos….Bueno, luego estaba Ah-Un, ese dragón youkai de dos cabezas que le acompañaba, no había mucho que decir, pero igual entraba en el rango de protección de Sesshomaru. El taiyoukai decidió ir a caminar por los alrededores luego de asegurarse que sus acompañantes no correrían peligro, se interno en el bosque con aquel andar sosegado y elegante que le caracterizaba….

Sin embargo, detrás de esa máscara de frialdad que mantenía, estaban ocultos nuevos sentimientos, unos que jamás pensó tener y menos por ella…esa humana que cuando la conoció le pareció un ser muy fastidioso e insoportable, pero con el tiempo y sus encuentros en batalla había descubierto muchas cosas interesantes de ella por ejemplo, siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás sin importar como estuviese ella, era dulce y delicada, siempre tenía una sonrisa en su rostro, pero debía admitir que cuando se enojaba podía llegar a producir algo de miedo, su nombre KAGOME…ese nombre que de un tiempo acá siempre estaba en sus pensamientos, y es que, y esto sería algo que nadie creería: se había enamorado de esa mujer.

Sin que ninguno de los dos lo supiera, esa noche Kagome y Sesshomaru darían inicio a una nueva historia, su historia JUNTOS…