capitulo: 19

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YA ESTAMOS EN LA RECTA FINAL HOY SUBIRÉ LOS CAPÍTULOS QUE QUEDAN ESPERO QUE LES GUSTEN

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MI ÁNGEL GUARDIÁN: CAPÍTULO: 19

Buenas Noticias

Kagome Pov

Estaba ansiosa y presa de los nervios y es que ¿cómo no estarlo? Si ayer haciendo cálculos caí en cuenta de que hace ya una semana debería haber venido mi período, sé que obviamente es algo de lo que cualquier mujer se daría cuenta al instante, pero…había estado tan estresada por la inminente batalla contra Naraku y todo eso que no preste demasiada atención. El punto es que no quería decírselo a nadie todavía, no me malinterpreten, lo que sucede es que cabe la posibilidad de que sea solo un retraso y no quisiera equivocarme con esto ya que es algo muy importante.

-Kagome ¿estás bien?- preguntó mi youkai desde el otro lado de la puerta ya que yo estaba encerrada en el baño

-Sí, ya salgo-dije y al momento abrí la puerta encontrándome con una mirada preocupada de su parte ya que otra vez me había dado un mareo

-Vamos a desayunar, te hará bien para reponerte un poco- dijo Sesshomaru mientras tomaba mi mano y nos dirigíamos rumbo al comedor donde ya todos nos esperaban

-¿te sientes mejor Kagome?- interrogó Sango con semblante preocupado

-Sí, no te preocupes, no es nada- respondí sonriente, no quería alarmar a nadie y para mi suerte los youkais al servicio de la casa empezaron a servir el desayuno y la plática se había desviado a los planes con respecto a la inminente batalla final contra Naraku, pero al parecer mi cuerpo se daba a la tarea de imposibilitarme el hecho de hacer pasar desapercibidas mis sospechas de embarazo, porque al momento que Mijaru, una youkai gato, puso un plato de fruta y un vaso de jugo frente a mí, sentí deseos de devolver sin siquiera haber probado nada, por lo que me puse de pie y salí a toda velocidad en dirección al baño para vaciar mi estomago. Al instante tenia a Sesshomaru a mi lado, sostenía mi cabello y daba masajes en mi espalda mientras yo aun estaba de rodillas; ciertamente el hecho de que me viese en esta situación es vergonzoso pero no podía pensar en eso ahora, solo sentía algo de cansancio por el reciente malestar

-¿ya estás mejor?- levante la vista y me encontré con la mirada dorada de mi youkai que reflejaba preocupación

-Un poco…pero me apetece recostarme un momento-dije y Sesshomaru me tomo en sus brazos para encaminarnos en dirección a la cama donde me recostó con delicadeza y luego se acomodó a mi lado, pero podía sentir su preocupación por lo que me removí entre sus brazos para verlo con el seño fruncido en modo de una silenciosa pregunta sobre que le ocurría

-Estoy preocupado por ti Kagome…estos últimos días has tenido muchos malestares-dijo acariciando mi mejilla-…si algo te sucediese yo…- coloqué mi dedo índice en sus labios indicándole que no siguiese

-Sesshomaru, no es nada grave-dije tomando su mano entre las mías-además tengo que decirte que…-en el momento en que iba a darle la noticia, el sonido de alguien llamando a la puerta nos sacó de nuestra burbuja personal, Sesshomaru roló sus ojos y susurró un "adelante" en un tono de molestia, supuse que debido a la interrupción

-Hola Kagome, vine a ver cómo te encuentras- dijo Irasue asomando su cabeza por la puerta recientemente abierta para luego entrar con paso resuelto hasta detenerse frente a la cama

-Mucho mejor, gracias- respondí acomodándome hasta quedar sentada con unos cojines sirviéndome de apoyo

-Me alegra, ahora…-dijo mirando a Sesshomaru-sal de aquí, necesito hablar con Kagome

-Puedes hacerlo- respondió mi youkai aun sin moverse de mi lado

-No, a ti te toca salir de aquí- dijo Irasue resuelta, acercándose a Sesshomaru y sacándolo de la cama- es una charla de mujeres y quieras o no te vas a ir

-No puedes echarme de mi habitación-dijo Sesshomaru que ya se encontraba de pie

-Oh, claro que lo haré-dijo Irasue mientras con leves empujones lo iba conduciendo hacia la puerta – no seas curioso además seguro que Kagome te contará luego así que puedes esperar

-Pero Kagome se está reponiendo- aducía Sesshomaru, buscando la manera de quedarse en la habitación, cosa por demás difícil ya que Irasue ya había abierto la puerta y Sesshomaru ya tenía medio cuerpo afuera, solo su mano sosteniendo la puerta era lo que lo mantenía en la habitación- ella está…

-Ella está bien- le cortó Irasue al momento que lo empujaba nuevamente y le cerraba la puerta en la cara. Luego se volteó y recostándose en la puerta me miró divertida

-Este hijo mío es demasiado sobre protector- dijo riendo y causando que yo me riera también ya que tenía mucha razón

-¿Cuándo vas a decirle?- me preguntó, causando sorpresa en mí, eso quiere decir que ella tenía idea de lo que me sucedía-Tranquila-dijo al notar mi desconcierto-el no lo ha notado, de hecho ni siquiera yo lo hubiese hecho de no ser por tus síntomas, el cambio y el nuevo aroma en tu cuerpo no son notables, lo del cuerpo porque es muy pronto y sobre tu aroma mi teoría es que se debe a tu poder espiritual, es como una autodefensa, de manera inconsciente no permites que sea perceptible el nuevo ser dentro de ti- finalizó mientras yo suspiraba aliviada porque todo estaba bien

- De hecho esperaba confirmar mis sospechas antes de hablar con Sesshomaru- le respondí

-No te preocupes, eso no es algo que necesite confirmación alguna, el ser madre es algo que viene con nosotras y tus propios instintos te lo afirman- dijo con nostalgia- ¡Seré abuela!- dijo en un gritito mientras se lanzaba a la cama y me abrazaba, abrazo al que correspondí y reí con ella

Luego de un rato conversando cosas relacionadas a mi embarazo y demás, ambas salimos de la habitación, Irasue dijo que iría a la biblioteca, en tanto yo iba a buscar a Sesshomaru para darle la noticia, lo busque por todos lados hasta que lo encontré en el patio trasero del castillo bajo el árbol de cerezo que allí había, la suave brisa mecía sus cabellos que lejos de desordenarse volvían a acomodarse en su lugar, las flores del cerezo caían a su alrededor pero ninguna sobre él, como si temieran molestar a aquel imponente ser y es que inclusive en ese momento en que se mostraba sumido en sus pensamientos, Sesshomaru era imponente e irradiaba autoridad. No quiero imaginar lo que sea que sintieron aquellos que le desafiaron y fueron presa de su ira, ya de por si cuando estaba sosegado era intimidante; por suerte yo era de las que no tenía que preocuparme por eso, respiré profundo y me encaminé hacia donde él se encontraba

-Sesshomaru yo, tengo algo que decirte- le dije mientras me quedaba de pie frente a él

-¿Qué sucede?- se puso en pie rápidamente y enfoco su mirada en la mía como queriendo descifrar mis pensamientos

- Yo…yo…-al ver mi nerviosismo mi youkai tomó mi mano y dio un ligero apretón, alentándome a continuar- estoy embarazada-solté de golpe, más estuve segura de que entendió lo que dije porque vi como sus orbes doradas se abrían con sorpresa, mas desvié la mirada, no sabía cómo se lo tomaría, no habíamos hablado sobre tener hijos…

-Kagome, ¡me haces el más feliz sobre la tierra!- dijo Sesshomaru mientras me alzaba entre sus brazos para luego darme un beso lleno de ternura, a lo que mis hormonas hicieron acto de presencia y empecé a llorar

-¿De verdad?-le pregunte con las lágrimas de felicidad bañando mi rostro

- Claro, como no lo sería si eres la mujer que amo, con la que voy a pasar todo el tiempo de vida que me quede y vamos a tener un hijo- dijo limpiando mis lágrimas para luego inclinarse a mi oído y susurrar- pero quedas advertida de que quiero que tengamos muchos más…

-¡Sesshomaru!- dije sonrojada, ¡Dios! Ya estaba pensando en más hijos…pero tenía razón, dos, cuatro, los hijos que Kami nos permitiese tener serían bienvenidos porque nos amábamos y los amaríamos con toda el alma

mi ángel guardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora