capitulo: 18

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MI ANGEL GUARDIÁN: CAPÍTULO: 18

SOLO TÚ Y YO

Hacía dos días q Irasue-sama estaba con nosotros en el castillo, ahora era más sociable que el primer día, inclusive accedió a entrenar con nosotros, cosa que me extraño puesto que jamás me imagine a una youkai tan refinada y elegante como ella enfrascada en una batalla; luego de eso, ella era con quien yo entrenaba más seguido…

-¿Lista Kagome?- apareció Irasue-sama en el jardín trasero del castillo, que había sido modificado para hacer las veces de patio de entrenamiento

-Claro- respondí, la observe un momento, llevaba puesto un traje cuya parte inferior era idéntico al que usaba Sesshomaru, pero de cintura para arriba era entallado a su figura. Yo por mi parte, usaba un traje parecido al que usaba Sango en batalla, era mucho más cómodo a mi parecer

- Hoy practicaremos un poco con la espada- dijo Irasue para luego tomar una espada y darme otra a mí, la cual yo tome al instante y empezamos a entrenar; todo iba bien, ella atacaba y yo hacía unos bloqueos para luego contraatacar, hasta que al hacer un giro y aterrizar detrás de Irasue-sama, lo vi…Sesshomaru estaba recostado a un pilar de la salida que daba hacia el jardín donde nos encontrábamos y cuando la intensidad de su mirada dorada chocó con mi mirada, fue como si todo se desvaneciera y solo quedáramos él y yo…su mirada reflejaba aquel inmenso amor que me tenia y estoy segura de que en ese instante mi mirada le mostraba lo mismo a él…el hilo de mis pensamientos se corto cuando sentí algo chocar contra mí, seguido del choque de mi cuerpo contra el suelo, cuando enfoque mi vista, observe a Irasue-sama que sonreía divertida y vi la espada apuntando a mi cuello pero sin llegar a herirme

-Seguiremos mañana Kagome, dudo que puedas retomar la concentración-dijo para luego retirarse aun sonriendo, yo me levante y me dirigí hacia Sesshomaru, Inuyasha se dirigía adonde habíamos entrenado Irasue y yo para hacer lo propio con Miroku, al pasar a su lado me dijo algo sobre estar idiotizada, a lo que yo le lance un leve gruñido y seguí mi camino

-Vaya-dijo mi youkai cuando estuve junto a él-has acabado rápido

-Ha sido tu culpa-dije intentando parecer enfadada- tu me has desconcentrado

-¿Yo?-dijo poniendo cara de inocente mientras se sentaba bajo un árbol de cerezo que había en el lugar y me atraía hacia él, acomodándome en su regazo

- Sí, tú- dije mirándole acusadoramente y girándome entre sus brazos para quedar cara a cara con él, quien inmediatamente rodeo mi cintura con sus brazos, acercándome más a él, puse mis manos en sus hombros y suspiré

-Sesshomaru…- olvide lo q iba a decirle cuando sentí como daba leves mordidas a mi cuello, afiancé mi agarre en sus hombros y me removí un poco, causando que nuestros sexos se rozaran yo me mordí el labio inferior para reprimir un gemido y Sesshomaru aumento su agarre en mi cintura

-Kagome…-dijo en un gruñido que logro encenderme más aun

- ¿Se atrevería Lord Sesshomaru?- dije mirándole inocentemente mientras él acariciaba mis piernas

- ¿Acaso me está retando mi Lady?-dijo dando un ligero apretón a mis muslos haciendo que yo diese un respingo, y es que aun con el traje puesto, me sentía desnuda bajo sus manos, el notó mi reacción y sonrió de lado

- Podría ser- dije en tono coqueto, en ese instante Sesshomaru comenzó a mordisquear levemente uno de mis pechos por sobre la ropa y no pude evitar gemir y contonearme sobre su cuerpo en respuesta, es una suerte que hayamos estado un tanto alejados de donde Inuyasha y Miroku entrenaban

-Vámonos-dijo levantándose conmigo en brazos rumbo al interior del castillo, para mi suerte no nos topamos con nadie en nuestro camino hacia nuestra habitación, al llegar Sesshomaru sostuvo todo mi peso en una sola mano abrió la puerta y entro velozmente para luego cerrar de un portazo y arrinconarme contra la puerta para besarme apasionadamente mientras yo enrollaba mis piernas en sus caderas haciendo el roce más íntimo

-¿Ansioso?- ronroneé en su oído para luego mordisquear su lóbulo

-Tanto como tú- me respondió con la voz ronca embistiendo contra mi cuerpo estando ambos aun con la ropa puesta, yo gemí y arquee mi cuerpo invitándole a continuar, lo siguiente que escuché fue el sonido de la tela al romperse y luego sentí el aire fresco chocar contra mis pezones endurecidos, ya que no llevaba sujetador

- ¡Ahh! ¡Sesshomaru!- gemí enredando mis manos en su platinado cabello al sentir como besaba, lamía y mordisqueaba uno de mis pechos mientras acariciaba el otro con maestría. Entre la nube de placer en la que me encontraba me las arreglé para despojarlo de la parte superior de su traje y mis manos pasearon ávidas por su pecho. Alzó su rostro y sus ojos ahora oscurecidos por el deseo chocaron con los míos

-Dime qué quieres Kagome- dijo mirándome fijamente

-A ti-respondí sin vacilar, el avanzó llevándonos hasta la cama y depositándome suavemente en ella, luego me dio un profundo beso para al momento darse a la tarea de despojarme de lo que quedaba de mi traje, llevándose mi ropa interior consigo

-Perfecta-dijo mientras me devoraba con la mirada, se inclinó y volvió a besarme mientras sus manos se entretenían en mis pechos para luego pasar a mis muslos pero sin llegar al lugar donde lo necesitaba ahora

- Hazlo- le pedí al tiempo que lo despojaba de la parte inferior de su traje y es que estaba demasiado vestido en comparación conmigo. El se inclinó para besar mi cuello mientras dos de sus dedos entraban en mí, suspiré y enredé una mano en sus cabellos mientras q con la otra repartía caricias por su espalda. Al principio el movimiento de sus dedos en mi interior era pausado y rítmico pero pronto me fue insuficiente ante la necesidad que sentía

-Más, Sesshomaru…más rápido- le pedí, él aumento la velocidad de sus movimientos y yo moví mis caderas a su ritmo sintiendo como el nudo de placer en mi interior estaba a punto de estallar, mi youkai acaricio mi punto más sensible y lancé un gritito mientras sentía como mi ser explotaba en millones de pedacitos y luego volvía a la normalidad

-Fue maravilloso-le dije observando cómo se posaba sobre mí con movimientos felinos

-Y aun no acaba- me respondió mi youkai sonriendo de lado

Sentí como entraba lentamente en mi interior, el tenía pleno conocimiento de mi necesidad pero lo hacía lento a propósito. Enrollé mis piernas en sus caderas para instarlo a aumentar la velocidad, ganándome un apasionado beso en recompensa, pero no era suficiente, yo quería más de él y como si leyese mis pensamientos, con una de sus manos sostuvo su peso mientras con la otra paso mi pierna derecha por sobre su hombro

-¡Sesshomaru!- gemí fuertemente aferrándome a él, ahora llegaba más profundo y tocaba el punto que me haría llegar…abrí los ojos, que no tengo idea en qué momento los había cerrado y me tope con la mirada intensa de Sesshomaru, su platinado cabello caía alrededor de su rostro y se mezclaba con el mío sobre la almohada, cada vez sentía más cerca mi liberación, pero me prohibí cerrar los ojos, quería verlo, demostrar con la mirada lo que las palabras no pueden describir…

-Te amo Kagome…tu eres mi vida…gracias por traer luz a la oscuridad que llenaba mi existencia- dijo Sesshomaru entrelazando nuestras manos, para luego besarme, mas este beso fue distinto, más intenso transmitiendo todo lo que nos amábamos y lo que sentíamos en ese instante, segundos después ambos alcanzamos nuestra liberación.

Sesshomaru salió de mí y luego se acostó y me atrajo hacia él, recostándome en su pecho, nos quedamos así un momento

-Sesshomaru, gracias- dije mientras acariciaba su pecho, él me miró con confusión-gracias por hacerme tan feliz, por dejarme entrar en tu vida y por ser como eres, porque aunque todos te consideren alguien cruel, frio y sin sentimientos, sé que no es así, me lo has demostrado y no solo a mí, sino a los que son cercanos a ti, siempre nos has protegido y no cabe duda que darías la vida por los tuyos, además del respeto que le guardas a la memoria de tu padre a pesar de que él no fue de lo mejor con tu madre y contigo, todo eso es lo que te hace ser quien eres y aun con tus defectos y lo que haya podido haber de malo en tu pasado te amo, no lo olvides- finalicé, mi youkai me miró con un brillo de felicidad en su mirada y me estrecho mas fuerte entre sus brazos. Ya iba a ser la hora de la comida, debíamos bajar y así se lo hice saber

-Déjalos que empiecen sin nosotros, aquí y ahora solo somos tu y yo mi Kagome- dijo Sesshomaru cubriéndonos mejor con las sábanas

mi ángel guardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora