[18] Conquista.

174 14 7
                                    

Gerardo

Ya estaba acostumbrado a la compañía casi veinticuatro siete de Grecia, así que la tarde se me estaba haciendo larga sin ella, me hacía falta, aparte que ya no me gustaba tanto estar solo, menos en ese momento que ni siquiera podía tocar la guitarra y componer algo o simplemente cantar un rato, tampoco podía salir en mi carro. Me urgía que el doctor me quitara ese yeso, me estorbaba demasiado. Para distraerme agarré mi celular y empecé a tomarme algunas fotos y a hacerme algunos boomerangs para subirlos, ya que tenía tiempo sin subir contenido. Vi en mi celular la fecha y recordé que en unos días tendría una presentación y luego sería la boda de Stephania. Mierda, ya faltaba nada para que se casara... aunque pensándolo bien, ya no me dolía tanto como antes, mejor dicho... ya no dolía.

Tocaron el timbre y me puse de pie para abrir, con la ilusión de que fuera Grecia, deseaba con todo mi ser que fuera ella o moriría de aburrimiento ahí solo. Abrí la puerta y me encontré con quien menos esperaba, pero bueno, quizás yo la había llevado hasta ahí con mis últimos pensamientos.

—¿Stephania? —sonrió. Me hizo a un lado y entró. Cerré la puerta y la seguí.

—Hola, mi amor —tiró su bolsa al sillón y se quitó los lentes oscuros que llevaba.

—¿Qué haces aquí? —me crucé de brazos. No le hallaba sentido a su visita.

—Como sabes, falta muy poco para mi boda —asentí.

—¿Y? —me encogí de hombros, restándole importancia, porque realmente no la tenía.

—Merezco una buena despedida de soltera —se quitó el vestido que llevaba y quedó en lencería.

Ok. Era débil y verla así, me excitaba y no podía negarlo, pero no podía aceptar hacer nada con ella, no, yo no era su juguete.

—No, eso no se va a poder —reí—. Mejor ve a buscar a tu futuro esposo, o a cualquier pendejo que quiera jugar tu jueguito, yo no —negué. Ella frunció el ceño.

—¿Es por la tipa del video? —al principio no entendí de qué video hablaba, pero luego recordé el video con Grecia.

—Mi novia, ella es mi novia y sí, es por ella, a diferencia de ti, yo sí sé lo que es ser fiel. Deberías aprender un poquito —rio con sarcasmo.

—¿Tú fiel? No me hagas reír.

—No es chiste para que te rías, es la verdad, así que hazme el favor de vestirte e irte, porque mi novia puede llegar en cualquier momento y lo que menos quiero es que piense mal de mí.

—¿Es en serio? —me vio furiosa.

—Por favor —abrió la boca—. Tú y yo sólo somos amigos, nada más, yo no puedo hacer esto, por mi novia y tu prometido, porque imagínate, con qué cara podría saludar yo a ese hombre el día de tu boda.

—Eres un imbécil —tomó su vestido y se lo puso—. Vas a volver a mí Gerardo —negué.

—No creo —tomó su bolsa y sus lentes oscuros.

—Eso ya lo veremos —se dirigió a la salida y cerró de un portazo.

—Que fuerte —negué y me fui a sentar en el lugar que estaba anteriormente, sintiéndome orgulloso de mi mismo.

En otros tiempos habría caído en su nueguito de seducción, pero ya no más, ya no provocaba lo mismo de antes y todo eso se lo debía a Grecia, ella si provocaba muchas cosas en mí. Incluso cuando dije que era mi novia, lo sentí como si fuera real, quizás porque esos días habíamos estado así, casi como novios, ella se acercaba a mí, me abrazaba y me besaba. Empezaba a sentir que le gustaba y esperaba que así fuera, porque no quería desilusionarme, porque debía aceptar que la quería, la quería mucho y si fuera mi novia, yo sería muy feliz.

Dos Extraños [Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora