[11] Vida.

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El chorro de agua me cayó en la cabeza y me gustó la sensación de relajación que me provocó, así que me quedé ahí. Ya había terminado de bañarme, pero necesitaba ese momento para sentirme mejor y pensar mejor todo. Cerré mis ojos y pegué mi frente a la pared. Tenía tanto sueño y una cruda tremenda, aunque por lo menos todo era físico, porque tremenda cruda moral la que habría tenido si le hubiera dicho que sí a Steph.

-¡Ah! -la bella durmiente, versión alcohólica, se había despertado-. ¡Gerardo! -cerré la llave, me puse una toalla, con ayuda de mi antebrazo izquierdo y salí del baño.

Y ahí estaba, con sus ojeras ya comunes, su cara de susto y el cabello echo un desmadre. Porque no más en las películas las mujeres amanecían perfectas... Aunque ella a pesar de eso se veía bien. Al menos eso creí hasta que se giró a verme como poseída.

-Deja de verme así, pareces un mapache poseído -me acerqué más a la cama y me quité la bolsa que llevaba cubriendo mi yeso, ya que mi primer intento de querer mantener mi brazo fuera de la ducha todo el tiempo, no funcionó.

-¿Por qué estoy desnuda? -hablo bajo.

Con que la cruda la estaba matando.

-Tú te quitaste la ropa -me encogí de hombros.

-No creo... bueno, no me acuerdo.

-Dijiste que al fin eras libre -bajó la mirada.

-Um, eso tiene sentido, suena a mí -bufó-. ¿Qué pasó entre nosotros? No recuerdo nada.

-Pues te besé, me besaste, nos besamos...

-Turu tururu -funcí el ceño-. Ay por favor, ¿acaso no tienes TikTok?

-No, tengo muchas cosas que hacer -suspiró.

-Como sea, continúa.

-Estuvimos besándonos y cuando íbamos a pasar a... lo siguiente, dijiste que tenías ganas de vomitar y pues nada, corriste al baño y mataste el momento. Luego fui a ver cómo estabas y... terminé vomitando yo también -se cubrió la cara con ambas manos-. Luego de eso sólo recuerdo que compartimos el mismo cepillo de dientes y nos regresamos a dormir.

-¡¿Usamos el mismo... cepillo... de dientes?! -asentí-. Tienes varios cepillos nuevos y usamos el mismo.

-¿Recuerdas que estábamos borrachos, no? -asintió. Bajó la mirada un momento y se quedó pensando.

-Oye, estoy segura que las ganas de vomitar fueron por el alcohol y no por ti -reí un poco.

-Yo también estoy seguro de eso -rodó los ojos.

-Que ego -se puso de pie con la sábana en vuelta en su cuerpo y se encaminó a la salida-. Luego te doy la sábana -asentí-. Antes de irme, ¿necesitas ayuda para vestirte?

-No, no tengo planes de salir, me pondré cualquier cosa.

-Bien -abrió la puerta y segundos después desapareció cerrando la misma.

🤠👑🤠

Grecia

Entré a mi habitación, cerré la puerta y recosté mi espalda a ella. No tenía ni idea de qué había pasado la noche anterior, tenía una tremenda cruda que sentía que mi cabeza iba a estallar en cualquier momento, pero no sabía que era más grande, si la cruda por todo el alcohol que me había tomado o la cruda moral. Me había desnudado frente a Gerardo, antes yo jamás habría sido capaz de hacer tal cosa frente a alguien que no fuera el maldito imbécil que se atrevió a ponerme el cuerno. Pero lo había hecho, algo que era como una muestra de lo mucho que estaba cambiando... bueno, quizás exageraba, porque quizás no estaba cambiando y todo había sido únicamente por los efectos de tanto alcohol en mis venas, cerebro y alma.

Aunque a pesar de todo, Gerardo sí sonaba como muy seguro de que algo más pasara entre nosotros... estúpida, era hombre, cualquier oportunidad para meterse entre unas piernas era buena para ellos. Aunque, por otro lado, Gerardo no estaba nada mal, realmente sí podría llegar a gustarme... nah, después de gustar seguía enamorarse y eso no iba a pasar, si se iba a dar algo, sería solo algo pasajero, así de tener sexo y nada más. No estaría mal probar algo diferente, ya que sólo me había acostado con un imbécil en mi vida. Dejaría que las cosas se dieran, pero lo que no daría, sería el corazón.

Me fui directamente al baño, dejé la sábana doblada sobre un asiento que estaba ahí y entré a la ducha. Necesitaba refrescarme, calmar el dolor de cabeza y pensar bien todo lo que iba a hacer, principalmente necesitaba pensar en el que era mi plan inicial: la suicidación, la misma que ya estaba dudando en practicarme. Gerardo estaba haciendo un excelente trabajo, empezaba a ver que si habían cosas por las cuales valía la pena vivir.

Cuando terminé de bañarme y me sentí más tranquila y relajada, salí del baño para buscar ropa. Cuando precisamente estaba haciendo eso, tocaron la puerta de la habitación, obviamente era Gerardo.

-Pasa -dije mientras seguía buscando ropa.

-Oye, acaban de llamarme, tengo que ir al estudio para terminar de grabar unas canciones -me giré para poder verlo-, ¿me ayudas a cambiarme? -llevaba puesto un short crema y una camisa sin mangas blanca.

-Claro, sólo voy a terminar de vestirme.

-Entonces te espero en el cuarto.

Y así fue, cuando terminé de vestirme, fui a buscar a Gerardo a su cuarto, al llegar ya tenía la ropa que se iba a poner. Así que sólo lo ayudé a desvestirse y a ponerle la ropa que ya había escogido: jeans, camiseta, tenis, gorra. Lo normal. Cuando estuvo listo, salimos de la casa y pidió un Uber que nos llevara al estudio de grabación. Realmente estaba ansiosa por ver cómo era todo el proceso de grabación, saber un poco más de todo lo que hacía Gerardo, lo que él hacía me parecía muy interesante, más después de haber visto la cantidad de personas que amaban su música, lo mucho que lo amaban y apoyaban a él. Sin duda alguna él tenía mucho talento, pero también era una gran persona, de esas que valía la pena admirar y seguir. Sólo era cuestión de ver lo que había hecho conmigo, la manera en la que había hecho que mi estado de ánimo cambiara y esos deseos de acabar con mi vida pasaran a un segundo plano.

Aún seguía sin tener idea de qué haría con mi vida, pero al menos estaba disfrutando, viviendo y experimentando cosas que en toda mi vida nunca había hecho. Todo se lo debía a Gerardo y el apoyo que me estaba dando, siempre estaría en deuda con él, no sólo me había tendido su mano, me había brindado su amistad y su cariño.

Dos Extraños [Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora