[1] Para qué lastimarme.

238 9 0
                                    

No supe en qué momento mi mundo dio un giro total, ni siquiera me di cuenta de cuando pasé de ser el que jugaba con todos los corazones que le pasaban por enfrente, a ser el corazón en juego.

«La actriz y modelo Stephania Rojas, ha hecho publico su compromiso con el empresario...»

¿Cuándo lo nuestro pasó de ser un juego a ser algo real?

¿Desde cuándo yo me enamoraba?

El karma sí era real y ya me estaba tocando conocerlo. Había roto muchos corazones, con muchas había jugado, pero con ella todo fue diferente, desde el principio dijo que todo sería un juego y yo estuve de acuerdo porque esas eran mis intenciones desde un principio. Yo iluso pensé: el día que la deje no sufrirá porque todo está claro. Pero me equivoqué como nunca en la vida. Quien se fue, fue ella, quien sufre, soy yo.

Me tomé un trago más, intentando olvidarme de ella, pero como todo me salía mal, sólo lograba pensar más en ella. Los gritos de mis fans desgraciadamente no silenciaban mis pensamientos, las canciones sólo me lastimaban más, quizás inconscientemente escogí las que más me dolieran. Somos tan masoquistas, siempre buscando como causarnos más dolor. Principalmente la canción que me encontraba a punto de cantar era la que más me llegaba.

Sé que tienes nuevos planes en tu vida, sé que hay sueños que no cumples todavía y que tus metas son distintas a las mías. Que tú aspiras algo grande y muy arriba.

¿Pero sabes una cosa mi amor?
Eso no lo entiende el corazón.

Si ya tenías tus planes ¿para qué te molestabas en enamorarme?,
¿para qué ilusionarme si te espera un gran futuro por delante?

Si ya sabías que tarde o temprano ibas a marcharte,
¿para qué obligarme a empezar de cero a olvidarte?

Si nunca fui importante, sino ibas a amarme, ¿para qué lastimarme?

Ella había hecho de todo para enamorarme, cuando ambos acordamos ser amigos con derecho, ella ya estaba comprometida y nunca se digno a decírmelo, si ella hubiera sido sincera yo no estaría así, yo no me habría permitido enamorarme.

Terminé de cantar Para qué lastimarme, canté dos corridos más y nos despedimos. Bajé del escenario, fuimos al camerino, ahí seguí tomando y sólo dejé de hacerlo cuando me llevaron para tomarme fotos con los fans. Cuando todo terminó, me cambié de ropa y le pedí a los muchachos que me dejaran en un bar cercano al lugar dónde había sido el evento, Luvi se ofreció a acompañarme, pero me negué, necesitaba estar solo.

Estaba harto, harto de encontrar mujeres que sólo se interesaran en mí por ser famoso, estaba harto de encontrar mujeres falsas, hermosas por fuera, pero vacías por dentro, estaba harto de no encontrar ninguna mujer que realmente valiera la pena. Comenzaba a pensar que estaba destino a estar solo o que quizás ese era mi castigo. No era un hombre de soñar con matrimonio, el matrimonio para mí era lo de menos, pero se quería formar una familia, tener mis propios hijos y cuidar de ellos junto a alguien que me amara por lo que era como persona, más allá del Gerardo Ortíz famoso.

Al parecer mi deseo nunca se haría realidad.

Durante toda la madrugada estuve tomando, cuando ya empecé a sentirme muy mareado decidí irme a mi casa, pedí un Uber y me llevaron a ésta, a la cual entré con mucha dificultad. Se sentía feo tener una casa tan grande y solitaria, pero así me tocaba estar por pendejo, solo. Subí las escaleras y me fui a mi habitación, quizás en la mañana me sintiera un poco menos miserable que ahora.












Dos Extraños [Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora