🌹CAPITULO 5🌹

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Habían pasado un par de horas y nosotros seguíamos patrullando, una venta de droga por aquí, una pelea por allá, el día estaba siendo bastante calmado, uno de mis días favoritos, no sé si por tener a Gustabo de compañero, o porque la ciudad estaba tranquila, en cualquier caso estaba bastante a gusto.

-Oye Conway- soltó Gustabo interrumpiendo mis pensamientos.

-Dime.

-Son las 8:32- dijo mirando su reloj- y hemos quedado a las 9:00 ¿no sería hora de ir saliendo de servicio?

-Tenemos tiempo todavía- dije mirándole, y este me respondió con mala cara

- Lo digo para no llegar tarde, la tardanza es un rasgo no muy atractivo para un Super Intendente- dijo esta vez sonriendo, como si fuera a caer en su trampa.

-Es por eso que me organizo lo suficientemente bien, y sé que todavía falta bastante tiempo, y que nos da tiempo a dar unas vueltas más- dije intentando convencerlo, y haciéndole ver que no íbamos a salir de servicio tan temprano.

-Venga Conway, no me seas aguafiestas- dijo con ojos tristes, Joder es que ante eso ojos no me puedo resistir, tienen un brillo especial, el cual es imposible negarse.

-No- dije tajante, y apartando la vista de eso dulces ojos color cielo.

-Por favor- dijo suplicándome, y tuve que mirarle, y al volver a mirar esos ojos que me lo pedían desde lo más adentro de su corazón, no pude negarme.

-Vale- dije resoplando y volviendo a asumir mi derrota, él me miro ilusionado, es que al luchar contra esos ojos no podía decirse que era una batalla, más bien era un matadero, en el cual, cuando te adentras solo puedes perder, así que di la vuelta y me dirigí a comisaria.

-Toma- dijo contento y haciendo un gesto con su brazo de haber ganado.

Cuando aparque el patrulla en el parking los dos nos bajamos, nos dirigimos a la entrada de comisaria, y lo que me encuentro al entrar son a toda la panda del moco hablando, a saber cuánto tiempo llevaban allí de cháchara, sin trabajar, y con la excusa de haber quedado sobre las 9:00, Gustabo que iba delante mío los vio, y fue con ellos para saludarles, entonces yo también decidí acercarme.

-¿Se puede saber cuánto tiempo lleváis aquí de cháchara?- dije con un tono serio y un poco enfadado.

-Muy poco Super- dijo Horacio nervioso.

-Sí claro, ahora voy yo y me lo creo ¿No?- y encima se atrevían a mentirme en la cara.

-¡Qué vergüenza¡- soltó Gustabo a modo de broma para calmar el asunto.

-Venga, salgan de servicio, y dejen de hacer el capullo- todos dispusieron a salir de servicio con una gran sonrisa, pues nada a salirse de servicio, que eso conlleva, dejar las armas reglamentarias, quitarse el uniforme, y todo eso. Iba de camino a los vestuarios para vestirme con la ropa de civil, pero vi que Gustabo iba delante mío, así preferí dejar las armas primero, no quería ver otra vez a Gustabo sin camiseta, porque el sentimiento que tenía era muy raro, y no se lo que es, así que hasta que no sepa lo que, no quiero sentirlo, porque es muy fuerte, y no me gusta que una persona pueda hacerme sentir de esa manera, no me gusta ser tan vulnerable. Cuando vi a Gustabo salir, entré yo, y me cambie, salí de allí, vestido con mi traje de civil, y parece que era el último, así que me acerque a donde estaban todos.

-¿Bueno en que coches vamos?- preguntó Greco, todos se encogieron de brazos.

-Vamos unos en el de Volkov, porque es su casa, y lo demás vamos en el mío, porque soy tan amable yque ofrezco mi coche- Todos me miraron y se rieron, no sé qué gracia tiene, yo cuando quiero puedo ser muy amable.

A veces, ni yo me entiendo (INTENABO✨)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora