Capítulo décimo sexto

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Casi en familia

- Oh - exclamó Petra - Ya era hora de que llegaras, Jean.

El joven se sacudió las botas en la alfombra y miró a su acompañante. Mikasa no le sacaba la vista de encima a su hermano.

- Oi ¿qué demonios? - Levi volteó examinando desde su silla a su hermana y al muchacho - ¿Pasó algo, Mikasa?

- No - respondió indiferente - ¿Qué haces aquí?

- ¿qué haces aquí?

- Jean me invitó - informó Mikasa como si nada. Al notar la mirada inquisitiva de Levi se irritó - Estuvimos trabajando. Alguien tiene que hacerlo.

- Tsk - fue la reacción del azabache que les dio la espalda, fastidiado.

- Entonces tú eres Mikasa - dijo alegre Petra - He oído mucho sobre ti, tanto de Jean como de Levi. Pasa, iré a buscar otra silla.

Petra acomodó una banqueta extra y los invitó a sentarse, era suficientemente buena anfitriona como para evitar sentar a Jean al lado de Levi, por lo que se vio obligada a acomodarse ella misma al lado del azabache.

- ¿Y cómo está el panorama? - Armin recuperó el color y la compostura al ver una oportunidad de hablar de algo que disipara la atención de su indiscreción - ¿Alguna novedad?

- Algo - informó Mikasa - Zeke, está confirmado que el Fuhrer estará en la ciudad la semana de Navidad.

- Perfecto - contestó Zeke, retomando su carácter serio y profesional - Tenemos que reunirnos par...

- ¿Podrían por favor no hablar de eso, solo por hoy? - rogó Petra - Yo no debería estar oyéndolos.

Debían reconocer que tenía razón. Estaban tan cómodos en presencia de la pelirroja que no pensaron en el peligro que representaba su presencia. No es que ella fuera una enemiga, pero no formaba parte activa del plan y tampoco la conocían bien como para saber que no se quebraría. Tanta información podía representar un riesgo mortal tanto para ella como para la misión.

Pero sin untema del que conversar, el pequeño comedor se llenó de un silencio asfixiante.

- Muero por una Coca-cola - dijo Eren de sopetón. Petra, Armin y Pieck estallaron en risas ante el inesperado comentario - Hablo en serio, no es popular aquí. El otro día tuve que recorrer cinco tiendas para encontrar una, la tenían casi escondida y estaba sumamente cara.

- ¿La compraste? - preguntó Zeke, tal vez por seguirle la corriente, quizás como un pedido de paz, o solo por mera curiosidad.

- Bueno - dijo Eren, algo sorprendido de que su hermano de dirigiese la palabra - Pensé que no era un gasto necesario, así que no la compré.

- Cuando estalló la guerra - contó el mayor de los Jaeger - Estados Unidos cortó toda relación con Paradis, especialmente la comercial. Pero somos el pueblo de Paradis, nos adaptamos y sobrevivimos a base de Fanta.

- ¡Ah! Y la tenemos - dijo Jean, que se levantó y se dirigió al refrigerador a buscar las bebidas.

- ¡Jean! - exclamó Zeke - He traído vino, para no llegar con las manos vacías. Pero no se donde lo guardaron mientras...eh...es uno blanco.

Pieck sintió un pequeño respingo al oír a Zeke hablar sobre vino blanco. Le dio la impresión de haberlo escuchado antes, pero no recordaba cuándo o donde.

- Deja vu.

- ¿Perdona? - le preguntó Zeke al oirla murmurar.

- Nada, solo pensaba en voz alta.

Tirano del Tiempo (ZekexPieck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora