La fugitiva
Armin habló hasta por los codos con Petra, la conquistó al instante con su elocuencia y sus enormes ojos. Al final, solo ellos dos quedaban en la mesa hablando de novelas y poesía.
- ¿Y, Armin? - preguntó la pelirroja - ¿Hay alguna muchacha que te quite el sueño?
- Ah - respondió nervioso Armin - Sí, hay alguien...
- Aaaahh - suspiró Petra mientras apoyaba los codos sobre la mesa en actitud romántica - Debe ser lindo estar enamorado...
- ¿No te gusta nadie, Petra? - Armin reconoció al instante el fulgor del amor incipiente en sus ojos.
- Eh - Petra dio un respingo - No, no. No me gusta nadie.
- Apostaría mis libros a que esa carita es la de una niña enamorada - se burló Armin amorosamente.
Pieck los espiaba desde la escalera. La gente debía ser ciega para no ver las maneras tan delicadas de Armin. Tal vez esa sensibilidad especial le había facilitado darse cuenta de que a Petra le pasaba algo en el campo sentimental. Petra enamorada. Pieck se preguntó de quién ¿El capitán Levi? Imposible. Sólo habían estado juntos pocos días, y ella sintió cierta hostilidad de parte de la pelirroja cuando el capitán le dirigía la palabra. O tal vez era decepción por lo que Levi se veía obligado a hacer. La entendía, era difícil estar cerca de gente que podía terminar con sus vidas simplemente moviendo un dedo. Muchas veces ella misma se encontraba hiperventilando y midiendo sus movimientos cuando Zeke estaba cerca. Por muy noble que se mostrara, la historia que ella conocía estaba contada de una forma que no lo favorecía. Recordó su pequeño arrebato y un escalofrío se le subió por los hombros. Después de aplastar su boca contra la barba de Zeke, apenas tuvo el coraje de mirarle a los ojos por unos segundos, y no podía interpretar qué vio en ellos. Tal vez ese rubor que tiñó la piel del Jefe de Guerra era en realidad el fuego de la ira y el lunes sería removida de sus actividades, como mínimo. O tal vez no; tal vez ese brillo azul en su mirada era de puro placer. Fantaseó unos segundos con la imagen de Zeke recibiéndola con un romántico beso, pero descartó la idea tan pronto como llegó, no tenía tiempo para pensar en él de una forma romántica. Aunque aún le escocía la boca y le temblaban las rodillas, era demasiado tarde para arrepentirse y demasiado pronto para entusiasmarse.
Sonrió y fue silenciosamente a su habitación, de ahora en más la compartiría con Petra, debía ser cuidadosa con lo que hacía y decía, aunque confiara en ella. Despejó la mesita de luz y la arrastró hasta el gran ropero, sabía que allí nadie buscaría nada, e hizo un hueco entre las polvorientas cajas que estaban allí probablemente desde que Armin heredó la casa. Sacó de su escote el generoso fajo de billetes que le había dado Levi "para cualquier gasto que surja", y lo escondió ahí. Pieck sabía muy bien que en unos meses Petra podría darle un mejor uso a ese dinero. Había terminado justo a tiempo cuando Petra tocó la puerta.
- Oh, pasa, no tienes que tocar - dijo Pieck.
- La prudencia me obliga - se disculpó la pelirroja.
Una vez que se metieron a la cama y se dieron las buenas noches, en la cabeza de Petra resonaban cada vez con más fuerza las palabras de Armin. Nah, pensó, no estoy enamorada de nadie, y menos de una persona tan malvada, tan horrible...sí, fue amable conmigo, pero todos los días firma sentencias de muerte. Mató a mi familia... Cerró los ojos para tratar de olvidar, pero en los sueños nadie puede escapar de los recuerdos.
Petra estuvo una semana alojada en la casa de Levi. El primer día no salió de la habitación que le dejó el capitán; aunque tenía hambre, el miedo a ser descubierta o hacer enojar al dueño de casa no le permitió mover un dedo. Cuando él volvió, escuchó sus pasos ligeros acercándose a la puerta.
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Tirano del Tiempo (ZekexPieck)
Hayran KurguUn fenómeno astronómico hace que Pieck viaje en el tiempo y se cruce con el peor dictador que el mundo ha conocido. ¿Que sucederá cuando su misión sea detenerlo y cambiar el curso de la historia? Fanfic inspirado en el k-drama Moon Lovers.