Capítulo décimo tercero

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6 de diciembre

A pesar del silencio que separaba a Pieck y a Zeke, los días pasaron con mucha paz. Era como si el tiempo les estuviera dando un pequeño respiro antes de abandonarlos a merced de los peligrosos acontecimientos que acechaban a la vuelta de la esquina.

Pero esa tarde, después de que Zeke lo pensara, y conversara con Levi sobre la situación de Petra, por fin le dirigió la palabra a Pieck.

- No se cómo se las arreglarán con una integrante más en la casa de Armin - Zeke venía quejándose desde que salieron del cuartel - Mi pequeño problema americano ya me esta costando dinero, y eso no me agrada. Imagínate como se pondrá Levi. Es un tacaño.

- No será necesario, en serio - se defendió Pieck. Aunque no ganaban demasiado, entre los tres se las apañaban muy bien para cubrir holgadamente las necesidades básicas. Además...- Además Eren ya consiguió trabajo - escupió su lengua, ganándole la carrera a su mente -  Dice que se quedará un tiempo más y con lo que ahorre volverá a América.

Zeke detuvo sus largas piernas en seco y Pieck, que tenía que apurar el paso para seguirle el ritmo se adelantó un poco por la inercia.

- ¿En serio? - preguntó Jaeger descolocado - ¿Por que nadie me dice nada?

- Lo siento...pero como le dijiste a Eren que no te busque, tal vez imaginó que yo te lo comentaría.

- ¿Y por que no lo hiciste antes? - Zeke meneó la cabeza, una mezcla de decepción y algo que no supo identificar ¿Celos, tal vez? - No se para que me preocupo - dijo retomando la marcha.

- Porque es tu hermano - le susurró Pieck, pero el Jefe de Guerra se guardó cualquier comentario.

La casa de Levi Ackerman era modesta y excesivamente impoluta, como su dueño. Pieck le echó una ojeada al bonito jardín de la entrada y se preguntó si el mismo Levi era quien lo cuidaba. No tuvieron que esperar mucho para ser atendidos, el dueño de casa apenas abrió la puerta y asomó un frío ojo azul.

- ¡Levi! Abre bien la puerta, no soy un maldito gato.

- Pasa - contesto el otro desdeñoso. Estaba ofendido desde el día de la revelación de Zeke; no sabia si su confianza seguía siendo ciega y sin querer se estaba mostrando distante. El hombre parecía tener mas tacto con esa Yelena que con él, que lo consideraba su único amigo.

- ¿Cómo se encuentra tu invitada? - preguntó  el rubio una vez adentro.

- Bien, le compré un par de cosas básicas. Pieck - dijo volviéndose a la periodista - Yo me encargare de cualquier problema o gasto que surja. Gracias por ayudarla.

Zeke miró a Levi como si le hubieran salido cuernos de los ojos. 

¿Tacaño, eh?

- No es nada, de verdad. Los chicos están ansiosos por conocerla. Por cierto ¿Dónde está?

Levi les hizo un gesto con la cabeza y lo siguieron a la biblioteca, donde la pelirroja pasaba la mayor parte de su tiempo.

- Petra - dijo al llegar - Te presento a Pieck Finger.

- Oh, hola - una luz cobriza atravesó la habitación con tanto brillo que Pieck pensó que se le derretirían los ojos. Petra era demasiado bonita, y no solo físicamente, la rodeaba esa aura de paz y ternura que sólo las buenas personas podían tener - Mucho gusto, gracias por tu ayuda.

- Estamos felices de ayudarte, Petra. Y te aseguro que no tendrás tiempo para aburrirte con esos tres.

- Bien ¿Cuándo nos vamos? - preguntó ansiosa la pelirroja. Esa actitud llamó la atención de Pieck y Zeke.

Tirano del Tiempo (ZekexPieck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora