Deseos de muerte

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Parte 1

Abrí los ojos, estaba en una cómoda cama, por un momento pensé que todo lo que sucedió fue un sueño, me sentiría agradecido si todo lo que paso antes fue un sueño, pero no. Mi cuerpo estaba lleno de vendajes en mis brazos, piernas y algunas partes de mi torso, todas las vendas estaban por encima de mi ropa, supongo que no supieron como quitarme mi ropa.

La habitación en la que estaba era muy simple, una ventana que dejaba pasar toda la luz del exterior, parecía que apenas estaba amaneciendo. Una mesita que tenía encima un vaso con agua, era simple, sin ningún mueble para guardar ropa u otra cosa. Mientras examinaba la habitación había dos chicas, me sorprendí al verlas sentadas en una silla en los lados derecho e izquierdo de la cama, me levanté con un dolor intenso en el cuerpo.

Ellas se levantan al momento en el que me levante, la chica a mi lado derecho dice.

-buenos días, mi nombre es Shina Cacsanus, ella es mi hermana menor Shinon Cacsanus y somos las sirvientas de la mansión Vanford, bienvenido.

Me sorprendió mucho el hecho de que ellas eran casi idénticas e incluso la altura de las dos era idéntica, se veían de mi edad con la altura de mínimo un metro cincuenta, a excepción de su cabello, era la única diferencia entre ellas dos, Shina tenía el cabello largo y peli rosa con un traje de sirvienta negro con blanco el cual llega a la base de las rodillas, zapatos negros con medias que no sé hasta donde llegan ya que la falda cubre el resto de su cuerpo; mientras que Shinon tenía el cabello corto un pequeño flequillo que cubría su ojo izquierdo con su cabello pelirrojo y el mismo traje que Shina.

Eso era lo único que las distinguía, pero las dos me veían con ojos llenos de desprecio, como si les hubiera hecho algo para que ellas desearan matarme. Hiro entro a la habitación y dijo.

-¿Cómo se encuentra?

-se ve cansado, pero se pondrá bien, señorita Hiromi- Shina le responde.

"Señorita Hiromi, es decir, ¿qué es la dueña de la mansión?" es lo primero que me llego a la cabeza cuando Shina dijo eso.

-Hola Thomas, ¿Cómo te encuentras? - Hiro me pregunto.

-Adolorido-respondí-pero bien.

-Una vez más, gracias por ayudarme a recuperar la insignia de mi familia.

-No al contrario, gracias tú por ayudarme...

Ella estaba vestida un poco diferente a cuando la conocí, tenia un vestido de una sola pieza que cubría todo su cuerpo hasta los pies, creo que esta es su ropa casual o algo así.

-Hiro, ¿Cuánto tiempo estuve aquí?

-No lo recuerdo muy bien, creo que alrededor de dos días...

-¿Dos días...?

Si cuento como el primer dia cuando conocí a Hiro más, los dos días que pasé en esta cama seria este el cuarto dia. Dormí demasiado. Pero ya no puedo estar aquí, ya que voy a quedarme en este mundo necesito dinero para subsistir, creo que la moneda de este país se llamaba pinx.

Tendré que pedirle a Hiro dinero, no seria abusar de su hospitalidad, ya me dejo quedarme aquí por dos días, seria demasiado pedirle dinero. Entonces solo queda una opción...

-Hiro, déjame trabajar para ti, por favor. La verdad es que no tengo a donde ir y necesito un trabajo.

-¿Cómo está el huésped, Hiro?

Se escucho una voz en la entrada de la habitación

-hola papá.

¿Papá?, sorpresa tras sorpresa, al parecer él era padre de Hiro.

Las cronicas de Roswall Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora